
La reforma del ministro Escrivá de 2021 penalizó las jubilaciones anticipadas. Pese a ello, la pensión media que quien se retira a los 63 o 64 años es hasta 300 euros (20%) más elevada de quien lo hace en la edad ordinaria.
Una brecha que se debe a que los trabajadores que acceden a la jubilación cuentan con bases de cotización más elevadas, lo que les permite asumir recortes de hasta el 21%, que son los que se aplican por abandonar 24 meses antes el mercado laboral. Estas salidas implican que el sistema deje de ingresar 4.000 millones al año en cotizaciones sociales. Un alto coste que el acuerdo firmado esta semana entre el Gobierno, sindicatos y empresarios podría reducir al impulsar incentivos para demorar la edad de jubilación más allá de la legal.