Opinión

Chile: nitrato y cobre

  • El país tiene una posición ventajosa para decidir como será el mercado de estas materias
  • Chile produce casi una cuarta parte del cobre que se consume en el planeta

Quienes tenemos ya una edad recordamos la hermosa publicidad que llenó las carreteras españolas anunciando la existencia de un abono: "Nitrato de Chile" decían aquellos carteles en los que se veía a un huaso a caballo.

Aquel abono, que los chilenos denominan salitre, tuvo un gran éxito en toda Europa hasta que durante la guerra Alemania se vio privada de aquel nitrato y sus científicos inventaron abonos químicos, que acabaron por derrotar económicamente al nitrato chileno.

Poco después de aquella desgracia económica en Chile se descubrieron y explotaron minas de cobre, que hasta el día de hoy han hecho de Chile el mayor productor de ese metal (5,5 millones de toneladas en 2023).

El analista Óscar Granados nos ha recordado que la demanda de electricidad y la expansión de la tecnología han hecho crecer el uso del cobre en numerosas aplicaciones, desde los antiguos cables telefónicos y los electrodomésticos hasta equipos médicos, como los electrocardiógrafos. Su alta conductividad, maleabilidad, durabilidad y resistencia a la corrosión han convertido al cobre en un componente fundamental en la actual tecnología.

Buena parte de las minas chilenas de cobre estaban en manos de empresas norteamericanas cuando Salvador Allende llegó a la presidencia de Chile. Allende las nacionalizó con el apoyo casi unánime del Parlamento y no se han privatizado.

Por aquel entonces viví en Chile, trabajando para la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), y sufrí, junto a los chilenos, el golpe de Estado de Pinochet que acabó allí con la democracia. Desde entonces me siento solidario con ellos y me alegro de que les vaya bien con su cobre.

La energía eléctrica, que según el Acuerdo de París hoy representa el 20% de la energía que se consume, habrá de subir al 50% en 2050 y el cobre resultará imprescindible, y algo parecido ocurre ya con los vehículos eléctricos. Muchos expertos señalan que el cobre es esencial para el avance de las redes 5G y los dispositivos de internet. "Es quizá el material más importante en esta transición", afirma Kieran Tompkins, economista de materias primas en Capital Economics.

Pues bien, en Chile se produce casi una cuarta parte del cobre que se consume en el planeta. Por cada 100 dólares que ingresa el estado chileno, entre 20 y 25 proceden de las ventas del cobre. "Por eso para cualquier jefe de Estado para cualquier ministro de Hacienda, lo que suceda en la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) es sumamente relevante", afirma Máximo Pacheco, presidente de esa corporación.

Máximo Pacheco incide en lo ya señalado aquí y augura que una clase media en expansión necesitará muchos más aparatos de aire acondicionado, que están llenos de cobre. "Todo esto –concluye- nos llena de optimismo, porque Chile es el principal productor mundial, (con 5.5 millones de toneladas), mientras que el segundo productor (República Democrática del Congo) produce 2,8 millones de toneladas. Por lo tanto, Chile tiene una posición privilegiada".

Es muy probable que la brecha entre oferta y demanda de cobre se agrande en los próximos años. Para algunos expertos ese déficit puede llegar a seis o siete millones de toneladas, y en tal caso el precio subirá notablemente.

Ojalá que el cobre haga a todos los chilenos más felices.

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