La expectativa de rentabilidad de una cartera de renta fija global ha empezado a alejarse del 4% y se sitúa ya en el 3,77% frente al 4,06% que llegó a alcanzar en abril.
El mercado de deuda tiene una relación directa con la evolución de los tipos de interés, ya que sus movimientos influyen en el retorno que ofrecen los bonos. Por tanto, el hecho de que caigan las ganancias refleja que los inversores ya están comprando que el BCE volverá a recortar el precio del dinero este año, y que la Fed encontrará el camino despegado para iniciar también en este ejercicio el ciclo de bajadas. Ante este escenario, el inversor de este tipo de productos debe poner el foco en la deuda a largo plazo, donde las rentabilidades son aún atractivas, u optar por la bolsa, que aún presenta potencial.