
La primera mitad del año se cierra con un balance en bolsa mejor del que se pronosticaba en diciembre de 2023. Nada parecido a una recesión global se materializó, aunque es innegable que las rebajas de tipos se producen con más lentitud de lo esperado, y eso provocó pérdidas en la renta fija.
No obstante, el balance general de mercado es bueno, lo que no quiere decir que se mantenga esa situación en lo que queda de 2024. Hasta diciembre tendrán lugar tres importantes elecciones (Francia, Reino Unido y, sobre todo, EEUU), a las que se suman problemas aún por resolver como la debilidad china o la inesperada fortaleza de la inflación a ambos lados del Atlántico. Aunque no hay razones para salir del mercado, los inversores deberán ser cautelosos.