Opinión

El índice de irritabilidad turística: la turismofobia se extiende por las Islas Canarias

  • La "turismofobia" se está extendiendo en las Islas Canarias ante la demanda en hoteleras y vivienda

Hace 50 años el profesor de la Universidad de Toronto, George Victor Doxey, estudió el comportamiento de las poblaciones locales frente al turismo. Con la llegada de los primeros turistas hay euforia por los posibles beneficios que van a aportar. Luego se van familiarizando con ellos. Cuando llegan demasiados, los equilibrios pactados tácitamente se debilitan. Aparece la irritación que, al cabo del tiempo, se puede convertir en rechazo. En esta última fase es cuando surge la "turismofobia". Ese comportamiento se mide con el índice de irritabilidad turística.

En Canarias ese índice se ha disparado, como ha quedado claro con las manifestaciones vistas en las últimas semanas. Todavía no estamos en la fase del rechazo, pero se llegará pronto si las autoridades no toman las medidas necesarias : paralización de nuevos proyectos, imposición de tasas turísticas en algunos municipios y construcción de vivienda social en régimen de alquiler.

La historia del turismo canario es la historia de un éxito. Los desarrollos inmobiliarios y hoteleros en el sur de las dos grandes islas primero y en Lanzarote y Fuerteventura después, generaron una nueva fuente de riqueza. La climatología permite su uso durante todo el año rompiendo la estacionalidad clásica del turismo español. En el lado negativo la construcción de horrorosos bloques de apartamentos afeó irremediablemente el paisaje de muchas zonas. El crecimiento ordenado –el turismo siempre crece– ofreció también trabajo a la población local e ingresos fiscales a las administraciones.

La explosión de las compañías aéreas de bajo coste y la aparición de plataformas tecnológicas que pusieron en el mercado decenas de miles de viviendas de uso turístico han desordenado el ritmo y provocado numerosos problemas. Las autoridades canarias mantuvieron durante años una moratoria hotelera para proteger a los que ya estaban instalados y ahora pretenden legislar sobre ese mercado nuevo. La moratoria fue efectiva y puede que la nueva ley también lo sea, pero corresponden a etapas ya pasadas. Además de toda esa oferta reglada hay un mercado ilegal y difícil de controlar en el que arrendadores y arrendatarios contratan entre si al margen del sistema fiscal.

Hace ya tiempo que en varias islas se ha superado la capacidad de carga del sistema y los perjuicios empiezan a percibirse como superiores a los beneficios En conjunto, el turismo representa un tercio del PIB y el 40% del empleo, lo que convierte a Canarias en la CCAA que más depende de esta actividad. La mayor de las islas y la que más turistas e inmigrantes legales acoge, Tenerife, afronta problemas de difícil solución. Es una isla pequeña, la mitad de Mallorca, pero tiene más de un millón de habitantes y recibe 6,5 millones de turistas anuales. Una orografía complicada limita los espacios habitables y dificulta la construcción o ampliación de las vías de comunicación, imprescindibles puesto que la población local reside en el norte y la actividad turística se desarrolla en el sur.

Las construcciones turísticas han expulsado a la agricultura de su espacio tradicional, la pesca se enfrenta a numerosos problemas y la población local y la industria turística se oponen a la explotación del posible petróleo o a extracciones minerales .Toda gira en torno al turismo. No hay cambio de modelo posible. Es imprescindible que sea sostenible.

En el primer trimestre de este año ha crecido un 12,4% a pesar de un contexto internacional difícil. El encarecimiento de los billetes aéreos y del alojamiento y la difícil situación económica en Gran Bretaña y Alemania, los países que más turistas mandan influyen menos en la decisión de viajar que el deseo de disfrutar. Los alojamientos más caros son los que primero se venden.

El lobby de las principales empresas del sector – Exceltur- se pregunta en su informe de abril si es deseable un crecimiento tan rápido en referencia al conjunto de España. La respuesta es no.

En Canarias los índices de paro y de pobreza son de los más altos del país. Es imposible conseguir una vivienda en alquiler a precios razonables. Hay muchos puestos de trabajo sin cubrir porque no hay alojamiento cerca , los salarios son bajos y el transporte al lugar de trabajo es lento.

Las autoridades han reconocido que tienen un problema y ya empiezan a estudiar remedios. La gente se lo ha recordado el 20 de abril. Exigen que se controlen los flujos turísticos. Limitar el número de turistas que llegan a un destino es solo posible en el caso de algunas islas menores. El instrumento más utilizado internacionalmente es el de la política fiscal: las tasas turísticas que, aunque no tienen efectos disuasorios generan ingresos para los municipios afectados.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky