
Hermès se ha convertido en una rara avis para analistas e inversores dentro de la industria del lujo, al ser la única que sube en bolsa en el año (12%) y que no sufre recortes de valoración ni de ganancias.
La situación es muy diferente para el resto de gigantes del Viejo Continente, como LVMH, Burberry, Kering y Pernod Ricard, al acumular fuertes retrocesos en el parqué y descensos en sus estimaciones de beneficio (47% menos en el caso de Burberry). El pesimismo de los expertos con este sector llega a tal punto que ya esperan que el lujo cierre con los menores márgenes desde la pandemia. Una previsión negativa que está argumentada principalmente en la débil recuperación de la economía China, país que es el principal mercado de estas empresas.