El S&P 500 (uno de los índices de referencia en EEUU) saca seis puntos al Stoxx 600, su homólogo europeo, en el año. Pero esa brecha se dispara hasta casi doce puntos (17,5% frente a 6%) si se tiene en cuenta el efecto divisa.
Esto provoca que el inversor europeo gane casi el triple en bolsa americana debido al mejor desempeño de Wall Street y a la debilidad del euro. Todo apunta a que dicho escenario positivo para EEUU se mantendrá en los próximos meses. Primero porque la bajada de tipos en la eurozona ahondará en la fragilidad del euro en su cruce con el dólar. Pero también porque las elecciones del 9-J, con el auge de la extrema derecha y la convocatoria de legislativas en Francia, crean un escenario de mayor volatilidad en la renta variable del Viejo Continente.