Opinión

La ley de vivienda es un fracaso

  • Nadie quiere invertir en alquiler en Cataluña con la aplicación de la ley de vivienda 

Hace ya un año se aprobó en las Cortes una ley de vivienda en torno a la regulación del alquiler, además de imponer obligaciones a los propietarios de viviendas. Los promotores políticos de esta ley se olvidaron de que Franco ya prohibió en los años cuarenta la subida de los alquileres. ¿Y qué consiguió? Pues que el mercado de alquileres prácticamente desapareciera. Quizá por esa desmemoria, el Gobierno de Sánchez impulsó esta ley la misma dirección y los resultados han sido parecidos: un mercado de alquileres a la baja, coincidiendo con unos tipos de interés crecidos que han subido las hipotecas y con ello empeorado el acceso a la vivienda.

La patronal catalana, APCE, ya advirtió de esos defectos tras pasar una encuesta a sus asociados. Una encuesta a la que el 56% de las empresas respondieron que desestimaban los proyectos de alquiler previstos a medio plazo. Hay empresas que no sacarán adelante edificios de alquiler. Y otras, con las obras ya avanzadas, han decidido vender y no alquilar los pisos.

Por ejemplo, en Mataró, cerca de Barcelona, donde la empresa Stoneweg anunció la semana pasada que los 192 pisos que construye con una torre de 26 plantas en primera línea de mar no serán de alquiler, como estaba previsto, sino que se venderán.

El portavoz de una empresa constructora catalana ha dicho lo siguiente: "Se ha metido la pata hasta el fondo, nadie quiere invertir en alquiler en Cataluña. Nadie".Y Xavier Vilajoana, presidente de APC, ha remachado:

"Las operaciones de alquiler son a medio o largo plazo. Desde el minuto uno suponen una inversión enorme que se recupera en 15 o 20 años. Si hay incógnitas o las condiciones con las que se entra varían a medio proceso, se genera una inseguridad jurídica que ahuyenta el capital inversor. Es de cajón, ya no hablamos de ganar más o menos, sino de que no salen los números. En cambio, si haces pisos para la venta, en tres años recuperas la inversión".

Desde luego, a estas alturas, la ley patrocinada por la extrema izquierda y acogida por el partido socialista ha resultado ser un auténtico fracaso, y no sólo en Cataluña. Casi ningún constructor se inclina hoy por el alquiler y concretamente en la ciudad de Barcelona los proyectos de viviendas de alquiler que se quedarán en un cajón o pasarán a venta pueden afectar a barrios enteros que están en construcción (como La Marina de la Zona Franca) o proyectados (en los terrenos de la antigua fábrica Mercedes).

El problema de la vivienda afecta sobre todo a los jóvenes, pero ese no es el único problema que tienen. A mediados del mes de mayo el Banco de España hizo públicos los resultados de su Encuesta Financiera de las familias y su lectura resulta deprimente para los jóvenes. Un ejemplo: la riqueza por hogar de los mayores de 75 años es casi el triple que la de los hogares de españoles entre 35 y 44 años, y 11 veces más que la de los menores de 30 años. Y es que los jóvenes son en España muchos menos que los viejos y esa incongruencia no hará sino crecer a causa de la bajísima fecundidad que padecemos.

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