Opinión

Siete claves para liderar la transformación empresarial sostenible

Esta década supone un momento crucial para la sostenibilidad empresarial. Con desafíos sin precedentes como el cambio climático, la escasez de recursos, las crecientes situaciones de vulnerabilidad o el auge de la demanda de productos y servicios sostenibles, las empresas se encuentran ante la necesidad urgente de integrar la sostenibilidad en su ADN. La transición hacia un modelo de desarrollo más sostenible es imperativa para garantizar el futuro de las nuevas generaciones y el planeta.

Ante ese escenario, muchos se preguntarán: ¿Cuáles son los aspectos clave en materia de sostenibilidad en los que las empresas deben poner el foco? Desde el movimiento B Corp consideramos que estas son las siete principales palancas que ya están ayudando a muchas compañías a liderar la transformación hacia un nuevo paradigma económico, para lograr el éxito y ser las mejores "para" las personas y el planeta:

1. Economía circular: redefiniendo el modelo productivo

El modelo lineal está llegando a su fin, y la economía circular emerge como la única opción viable. La Estrategia Española de Economía Circular para el año 2030 establece objetivos ambiciosos, incluyendo la reducción en un 30% del consumo nacional de materiales en relación al PIB. Según un informe de la Cámara de Comercio de España y Mapfre, la economía circular podría generar 160.000 puestos de trabajo en España antes de 2030. Pero eso no es todo: generar residuos a gran escala sin darles una segunda vida no solo perjudica al planeta, sino que es ineficiente a nivel económico. Sin duda, el modelo circular es el que cada vez adoptan –y deberán adoptar– más compañías. El foco está en apostar por el ecodiseño, la reutilización del agua y de materiales y la creación de modelos de negocio circulares. Algo cada vez más atractivo para las empresas que buscan reducir costes y aumentar su eficiencia.

2. La sostenibilidad como valor diferencial y motor de la rentabilidad

La sostenibilidad no está reñida con el rendimiento económico. Y en B Corp lo hemos comprobado. Según una muestra de 700 empresas europeas del movimiento B Corp, la comunidad de empresas con propósito más grande del mundo, las compañías B Corp mejoran sus resultados económicos anuales en un 30% de media, a la vez que generan valor para las personas y el planeta.

Y, lo que es mejor, la sociedad también lo está premiando. Como confirma un informe de Deloitte y la Fundación Entorno, el 92% de los consumidores elegiría, a igualdad de calidad y precio, una opción sostenible, y un 75% estaría dispuesto a pagar un 10% más. Pero esto no es todo: ya en 2019, el 80% de las personas entre 25 y 34 años quería trabajar en empresas comprometidas. Ciertamente, la sostenibilidad y el propósito se han erigido como fuerzas motrices poderosas no solo para retener, sino también para atraer el talento. Este hecho queda patente en el caso de las empresas B Corp, las cuales, en promedio, experimentan un aumento del 30% en sus equipos de trabajo.

3. Medición del triple impacto

Lo que no se mide, no se puede mejorar. Esto explica el creciente uso de herramientas para medir el impacto social y ambiental de las empresas. En este escenario, desde el movimiento B Corp, tenemos buenas noticias: en el último año, más de 50.000 empresas en todo el mundo empezaron a medir, gestionar y mejorar su impacto a través de la Evaluación de Impacto B, la herramienta gratuita y confidencial de medición del desempeño empresarial que ya cuenta con más de 280.000 compañías registradas en todo el mundo, de las cuales 10.000 son españolas. Sin duda, herramientas como ésta permitirán a cualquier empresa y organización tomar decisiones más informadas y mejorar su desempeño de forma continua.

4. Modelos de negocio de impacto

Las empresas no son entidades económicas aisladas, sino actores sociales con una responsabilidad profunda hacia las personas, el planeta y las comunidades en las que operan. Con este marco mental, es vital que las empresas integren la creación de triple impacto (social, económico y ambiental) en su propósito y modelo de negocio. Es lo que se conoce como "modelo de negocio de impacto", que representa un verdadero compromiso de generar, no sólo beneficios económicos, sino también de solucionar problemas sociales y/o ambientales concretos y a lo largo del tiempo. Sin duda, las compañías que se adapten a este nuevo paradigma estarán mejor posicionadas para prosperar en el futuro y construir un verdadero legado para todas las personas.

5. La era de la colaboración y las alianzas multiactor

Los desafíos del presente son demasiado grandes para abordarse de forma individual. Si queremos hacerles frente de manera efectiva, es fundamental implicar a todos los actores. Es así como las colaboraciones entre empresas, gobiernos, cuarto sector, sociedad civil y academia cobran cada vez más importancia, en especial, para abordar los retos de la sostenibilidad.

El poder de este abordaje transversal quedó patente, una vez más, este 18 de marzo en el Congreso de los Diputados, en la presentación de El Futuro Es Ser B. Esta iniciativa ha unido a ciudadanía, sector privado e instituciones públicas para promover la transformación empresarial sostenible, y ha sido impulsada por el movimiento B Corp y Demos Lab. Fruto del proceso se han extraído diez propuestas ciudadanas para transformar el modelo empresarial, tanto para las instituciones públicas como para las empresas, con la figura jurídica de las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC), otro de los grandes logros del movimiento B Corp, y su futuro reglamento, como punta de lanza.

6. Rendición de cuentas y transparencia

La transparencia es clave para generar confianza, e indispensable en un mundo en el que la ciudadanía, trabajadores, instituciones públicas e inversores exigen información veraz sobre el desempeño social y ambiental de las empresas. Ahora bien, en un contexto donde la desinformación está en auge y las prácticas de impactwashing son cada vez más comunes, las empresas que trabajan por generar un impacto positivo, necesitarán contar con mecanismos y herramientas que aseguren que su contribución es confiable.

En este contexto, las evaluaciones y verificaciones independientes del desempeño social y ambiental de las compañías, como es el caso de B Corp, cobran especial relevancia. Sin embargo, es necesario ir más allá y contar con una regulación que aporte seguridad jurídica y ayude a evitar el "ecopostureo". En este sentido, será fundamental el desarrollo reglamentario de la figura jurídica de las SBIC, popularmente conocidas como Empresas Con Propósito.

7. El uso responsable de la inteligencia artificial

La IA está transformando el mundo a un ritmo acelerado. Ningún ámbito resulta ajeno a esta revolución tecnológica, desde la atención médica y la movilidad hasta la gestión de recursos naturales y la toma de decisiones empresariales. Sin duda, la inteligencia artificial se presenta como una herramienta muy útil en pos de una economía que beneficie al conjunto de la sociedad, pero, para ello, es imprescindible incorporar la ética y la responsabilidad. Abordar los desafíos éticos, sociales y medioambientales asociados con la IA será fundamental para maximizar sus beneficios para la sociedad.

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