Opinión

La IA al servicio de la democracia y del crecimiento económico sostenible

  • El objetivo es crear un modelo en castellano y lenguas cooficiales con inteligencia artificial
  • España es pionera en inversión y desarrollo de la IA para el bien de la ciudadanía

Una de las claves para avanzar en un desarrollo económico sostenible y una buena gobernanza global en los próximos años, vendrá de un desarrollo ético y transparente de la Inteligencia Artificial (IA). Es evidente que una de las grandes transformaciones de los próximos años tendrá su origen en el impacto de la Inteligencia Artificial, que ha irrumpido con fuerza en todos los sectores económicos y sociales y, como se dice comúnmente, ha venido para quedarse.

Aún no sabemos medir el alcance que tendrá el impacto de la IA sobre el crecimiento económico de los países, la modernización del mercado de trabajo en el que la tecnología debe estar al servicio del capital humano, aumentando la productividad o su contribución en la reducción de la desigualdad, o en la solución de problemas globales. Pero lo que sí sabemos es que va a cambiar aspectos hasta hoy consolidados, hasta ahora en el marco del desarrollo económico, social o cultural de nuestra convivencia en sociedad.

Hablamos de un desafío que conllevará enormes beneficios pero que también trae aparejados riesgos y amenazas que hacen necesario que se establezcan límites con el principal objetivo de preservar la democracia, fomentar su uso de forma transparente y ética, y proteger los derechos de la ciudadanía.

España es uno de los países pioneros en la regulación y supervisión de esta tecnología con la aprobación de la Carta de Derechos Digitales y el impulso del reglamento de la Unión Europea sobre la materia durante la Presidencia Española, que ha convertido al continente europeo en el primer lugar del mundo en regular el uso de la IA.

Estos días, el Consejo de Ministros ha aprobado la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024 que consolida e impulsa las inversiones, pero también esa visión ética, humanista y transparente de la regulación de la IA, sus usos y sus riesgos. En este sentido, la futura Ley de Ciberseguridad incidirá en el establecimiento de un marco claro, y permitirá mejorar la protección de los sistemas de información, redes y datos.

Pero la IA avanza y las inversiones también deben hacerlo para que España afronte los retos que lleva aparejada con fortaleza, para aprovechar todos sus beneficios y con un control eficaz que logre reducir todos sus riesgos. En los próximos años se van a invertir más de 1.500 millones de euros para el establecimiento de infraestructuras digitales sostenibles y centros de datos por todo el territorio para un buen análisis de los modelos de IA y también se va a conceder préstamos a empresas para innovar en el ámbito de la IA, reduciendo el consumo de energía.

A estas inversiones se añade también el desarrollo del programa Kit Consulting, un nuevo programa para el asesoramiento de las pymes para adoptar tecnologías innovadoras y ayudas de hasta 24.000 euros, y la puesta en marcha de convocatorias de kit digital, tan efectivo en la modernización y transformación de las pymes, que ya ha apoyado a más de 370.000 empresas, con la incorporación de nuevos productos de IA.

Nuestro país ha puesto en marcha el Fondo ICO Nex Tech para apoyar a startups líderes en el sector y ha destinado más de 500 millones de euros para desplegar el desarrollo de la IA en nuestro país. También se van a impulsar inversiones para la creación de áreas de investigación, y para la puesta en marcha de becas y formación especializada, para que España cuente con el mejor nivel de especialistas en la materia. Pero no solo eso, se ha puesto en marcha la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial en A Coruña, y Sevilla acogerá el Centro para la Transparencia Algorítmica de la Unión Europea.

En este contexto, la Estrategia contempla también la creación de modelos de lenguaje en castellano y en las lenguas cooficiales como se comprometió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la inauguración del Mobile World Congress este año en Barcelona. El objetivo es tener un modelo propio en castellano en el inicio del desarrollo de la IA para que los modelos fundacionales tengan un componente en nuestro idioma y que ese componente de datos se haga con estándares elevados.

Una vez más, a la vanguardia del mundo, el Gobierno de España demuestra que ante los retos globales actúa con ambición y también previsión, con inversiones y proyectos para ser uno de los primeros países europeos en liderar no solo la regulación, sino también el fomento de la IA, y con ello el crecimiento económico sostenible y el desarrollo ético y transparente que vaya en beneficio del conjunto de la sociedad.

Nuestro país aspira a ser uno de los principales actores en el desarrollo de esta nueva tecnología, pero también en medir el impacto de la IA sobre la democracia, los derechos de la ciudadanía, las relaciones laborales y el mercado de trabajo o las políticas y la administración pública.

Su impacto tendrá enormes beneficios sobre el desarrollo y crecimiento de nuestra economía, la productividad de trabajadores y empresas o la innovación industrial. Y por ello invertir en este campo nos permite ser más competitivos en el inicio de su despliegue, pero también una mejor regulación de sus límites nos permitirá seguir fortaleciendo la democracia ante los retos de un futuro tan incierto como estimulante y esperanzador.

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