
Desde 2001, año en el que llegó Ignacio Sánchez Galán a la compañía, Iberdrola ha multiplicado su beneficio bruto de explotación (ebitda) más de seis veces, hasta el récord de 2023,situado en 14.417 millones. Cifra que situó a la eléctrica a la cabeza del Ibex en este aspecto, desbancando a Repsol y Telefónica, los líderes en ejercicios previos. La diversificación internacional y la apuesta por las renovables fue lo que permitió a Iberdrola alcanzar este hito y lo que, según los analistas, seguirá tirando del ebitda en 2024.
No en vano, los expertos estiman que la firma alcanzará los 15.000 millones este año. De lograrlo, Iberdrola no solo mantendrá su liderazgo en el Ibex sino que también se colocaría como la segunda utility del continente con la mayores ganancias brutas del continente, tras Enel. La propia Iberdrola también espera alcanzar esa cota. Así lo dejó claro en su último plan estratégico donde sitúa el ebitda para 2026 en la horquilla entre los 16.500 y 17.000 millones. Estas buenas perspectivas han despertado el interés no solo de los tradicionales fondos de inversión que son pretorianos del proyecto encabezado por Sánchez Galán. Incluso algunos no tan reconocibles, como los dos grandes fondos soberanos chinos, que ya controlan el 1,3% del capital, demandan información sobre la aportación al beneficio de la compañía de los negocios renovables. Todo ello demuestra que la estrategia verde de Iberdrola sigue plenamente vigente y que el proceso global de descarbonización seguirá impulsando las ganancias. No obstante, y por si dicho aporte no fuera suficiente, la apuesta de la eléctrica por las redes, otro segmento con ingresos predecibles, sumará convirtiendo en plenamente factibles las altas expectativas de crecimiento que hay depositadas sobre la compañía.