
Pese a la buena evolución de las bolsas en el año, las grandes gestoras nacionales ven aún potencial a la renta variable, especialmente en los mercados emergentes y en EEUU.
La preferencia de la industria por Wall Street está bien argumentada en los excelentes resultados empresariales presentados por las cotizadas y la fortaleza de su economía y del mercado laboral. Una solidez que lleva a que la Fed siga retrasando las rebajas de tipos en EEUU. Con todo, el mercado considera que aunque la política monetaria siga siendo exigente durante más tiempo del esperado, la economía experimentará un aterrizaje suave al tiempo que la inflación terminará de controlarse. Un escenario propicio para que Wall Street siga dando alegrías a los inversores.