
El sector del transporte desempeña un papel destacado como motor de la economía y la movilidad. Según el INE representan un 8% del PIB y genera más de millón de puestos de trabajo. Además de su protagonismo en el ámbito industrial y del empleo, atraviesa un momento crucial de cambio que camina hacia un nuevo modelo sostenible, conectada, segura e intermodal.
En este sentido, los últimos datos del Instituto Nacional de estadística (INE) indican una tendencia al alza, y sostenida, en el uso del transporte público durante el último año. En el ejercicio de 2023 se superaron los 5.188,4 millones de viajeros en distintos modos, autobús, ferrocarril y marítimo, una cifra que representa un 18,2% más respecto a 2022.
Este avance de la demanda de desplazamientos urbanos e interurbanos en ferrocarril, líneas de autobuses o conexiones aéreas se registra en un momento donde la estrategia, tanto a escala internacional como nacional, se centra en avanzar hacia redes inteligentes, sostenibles y dotadas con los adelantos más vanguardistas.
Por una parte, la Estrategia de movilidad sostenible e inteligente europea establece como objetivos para el año 2030 que al menos 30 millones de automóviles de cero emisiones circulen por las carreteras europeas, 100 ciudades de la UE serán climáticamente neutras, el tráfico ferroviario de alta velocidad se habrá duplicado en todo el territorio europeo, los viajes colectivos planificados para trayectos inferiores a 500 kilómetros serán neutros en emisiones de carbono, se desplegará la movilidad automatizada a gran escala. La política de transportes de la UE ayuda a mantener la economía europea en marcha al desarrollar una red de infraestructuras modernas que hacen los viajes más rápidos y seguros al tiempo que contribuyen a soluciones digitales y sostenibles.
Por otra, esta etapa de cambio coincide también con la tramitación en nuestro país del proyecto de Ley de Movilidad Sostenible. Un texto que será clave para la mejora de los transportes públicos, que impulsa una red respetuosa con el entorno, justa e inclusiva e igual para todos los pasajeros y en cualquier territorio. Se trata de una oportunidad para reducir la cuota de coches privados, impulsar la demanda de medios colectivos a través de una oferta mejorada e intermodal en la que se combinen, en función de los trayectos metropolitanos o de largas distancias, los desplazamientos aéreos, ferroviarios o las líneas de autobuses urbanos e interurbanos, metros y tranvías. Todo ello también integrado en las ciudades con las nuevas modalidades como bicis compartidas, patinetes o coches eléctricos de alquiler para las distancias más cortas, las conocidas como de última milla.
Ambas políticas están alineadas y persiguen un avance común en materia medioambiental, digital y de resiliencia. El objetivo es hacer que los desplazamientos interurbanos y urbanos estén libres de emisiones, que la movilidad conectada y automatizada se convierta en una realidad mediante el impulso a la innovación y los desarrollos tecnológicos. Además, se trabaja para conseguir un sector más resiliente con un mercado único, donde aumente la protección y la seguridad en todos los modos de transporte.
Transporte inteligente
La aplicación de nuevos avances abre un amplio abanico de oportunidades para alcanzar las metas marcadas en esta estrategia. La conectividad 5G de última generación, tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en ingles), o la Inteligencia Artificial (IA) facilitarán la consecución de un sistema interconectado, ágil y dinámico con numerosos beneficios tanto para el pasajero como para el medio ambiente. La implantación de soluciones de IoT permite la automatización de todos los sistemas internos de transporte en una ciudad y una mejora en los tiempos de espera, desplazamientos más rápidos, una mayor seguridad de los servicios y menor contaminación. A su vez, la IA aporta ventajas en la gestión interna de las diferentes redes metropolitanas, ya que analiza y responde a la necesidad de reforzar los servicios en función de la demanda registrada. El empleo de los datos tiene aplicación también en el mantenimiento de las infraestructuras, la reducción de las congestiones y los tiempos de viaje, a la posibilidad y capacidad de los operadores de redirigir flujos por zonas menos saturadas.
Movilidad como servicio
Los adelantos tecnológicos de los últimos años también han dado como resultado una nueva forma de entender el transporte. Fruto de estas innovaciones nacen conceptos innovadores, con más ventajas para los viajeros, como la Movilidad como Servicio (MaaS, por sus siglas en inglés), que busca una mejora en la experiencia del usuario mediante la unificación de todas las soluciones disponibles en plataformas digitales, con aplicaciones móviles y webs. Estas herramientas simplifican, de puerta a puerta, todas las etapas que los usuarios necesitan conocer cuando planificar sus viajes de forma sencilla y cómoda.
Retos y oportunidades
La combinación de los objetivos de sostenibilidad, digitalización y democratización de los servicios brindan una etapa de grandes retos y oportunidades. El sector atraviesa momentos cambiantes frente al que necesita estar preparado. Es necesario apostar por el talento, asegurar la evolución de las medidas integradas en la estrategia de movilidad y aunar esfuerzos entre administración, operadores, sector empresarial y entidades como la Asociación Española de Transporte (AET) donde empresas y administraciones de todos los perfiles compartimos ideas, propuestas, reflexiones y posiciones para contribuir a la mejora de la sociedad desde nuestra contribución en los campos de la movilidad, el transporte y la logística.
Es tarea de todos configurar el avance hacia un futuro marcado por la innovación, la reducción de emisiones y el bienestar de las personas.