
La positiva evolución en bolsa de las grandes tecnológicas estadounidenses, (conocidas como las Siete Magníficas) lleva a que algunos títulos superen con mucho los 500 dólares. Es el caso Nvidia, cuyas acción cuesta casi 900, o Meta, que roza los citados 500. Estos elevados precios abren la puerta a que las tecnos recurran a una subdivisión de acciones (stock split), capaz de desdoblar los actuales títulos en varias categorías (A, B, C...) con precios más baratos y atractivos. Esta maniobra no tiene ninguna consecuencia en la valoración de la compañía. Pero sí supone acercar estas compañías a los inversores minoristas, que consideran los altos precios actuales de los títulos una barrera insalvable para subirse al tren de las tecnológicas.