Al comienzo de 2024 la mayor parte de expertos y firmas de análisis anticipaban una rápida relajación de la política monetaria en EEUU, justificada principalmente por la caída de la inflación. En concreto, barajaban un recorte de tipos de 150 puntos. Hoy, en cambio, el consenso del mercado solo prevé tres rebajas de 25 puntos básicos, que es justo la estimación de la Reserva Federal. Esta alineación entre el mercado y el banco central refleja que la batalla contra la inflación está aún lejos de estar ganada. De hecho, el último dato de IPC de enero ha contribuido a sembrar dudas al avanzar hasta el 3,1%, dos décimas más de lo esperado. Esto y el vigor económico y del mercado laboral de EEUU abocan a un lógico freno en las expectativas de recortes de tipos.
