Opinión

Un futuro prometedor para los modelos turísticos extrahoteleros

Fotografía de un 'glam camp'

El año 2023 concluyó como un periodo notablemente marcado en términos económicos para nuestro país. La alargada sombra de la postpandemia parece haber sido completamente superada, dando paso a una agenda mediática protagonizada por temas como el aumento de los tipos de interés, el precio del alquiler y la escasez de viviendas. La otra cara de la moneda en esta nueva normalidad la representa el sector turístico, que, después de atravesar años de reinvención y encontrar maneras de sortear las dificultades, ahora contempla el futuro con un optimismo que anteriormente le era esquivo.

Tras superar registros prepandemia en el 2023, el sector está preparado para encarar un nuevo año en el que seguir creciendo mes a mes. Los antecedentes así lo abalan. Prueba de ello es el número de pernoctaciones en alojamientos extra hoteleros, las cuales han crecido 4,6 puntos porcentuales respecto a 2019 y acumulan un crecimiento del 3,9% en 2023, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Los primeros 10 meses del año proyectan sobre el 2024 un ascenso todavía mayor a la espera de obtener datos del curso completo, donde los apartamentos turísticos y campings han visto cómo su salud se ha revitalizado. Precisamente en el sector del camping hay razones para creer en que 2024 sera un año repleto de oportunidades de crecimiento y transformación para el negocio.

Entre los modelos de negocio que presentan un mayor margen de crecimiento en el sector turístico siguen prevaleciendo aquellos que permiten y valoran la interacción y la conexión entre personas y entorno como son los campings. Entre los principales agentes del sector, este modelo de alojamiento está en boga, puesto que su potencial de crecimiento ya ha dado sus primeros pasos y su demanda se ha visto disparada especialmente durante los años marcados por el Covid-19. En la última década hemos sido testigos de un aumento del 43% en la demanda de los campings, contrastado con un modesto crecimiento del 1% en la oferta.

Indudablemente, en 2024, el sector de campings en España, como el segundo mercado turístico más grande del mundo, presenta un impresionante potencial de crecimiento. Su fortaleza en tiempos de recesión y pandemia ha acelerado un modelo de negocio que ha superado en un 12% al crecimiento del sector hotelero. El mercado de campings ha demostrado ser más resistente incluso en ciclos económicos a la baja, gracias a una mayor asequibilidad y a una base de clientes leal y más diversificada. Nuestro país destaca como el tercer mercado de campings más grande de Europa, por detrás tan solo de Francia y Reino Unido y las zonas de costa como Cataluña, Levante, Galicia o Asturias se perfilan como regiones clave para seguir expandiendo este modelo de negocio al alza.

La evolución de la industria ha sido notable, no hay duda, pero todavía tiene un amplio camino por recorrer en términos de profesionalización. Existe un potencial considerable que se debe de explotar para que los estándares de calidad en los servicios ofrecidos en los campings no tengan nada que envidiar al sector hotelero. Una excelente oportunidad de introducir experiencias digitales. Y se debe fomentar y aprovechar las herramientas actuales para introducir una mayor digitalización en el sector. Aspectos como la gestión y la operación de campings se han quedado desfasadas y, aunque actualmente la industria del camping está atravesando un momento de crecimiento pese a sus limitaciones, este cambio sugiere un crecimiento y una madurez progresiva en el sector. Tenemos que aplicar las lecciones aprendidas del mundo hotelero y contribuir a una constante profesionalización y mejora del sector del camping manteniendo esa esencia única. Para nosotros, es crucial preservar esa autenticidad y evolucionar sin tener que transformar el camping en una experiencia similar a la de un hotel.

Junto con los campings, los albergues asumen un papel destacado en el crecimiento de los alojamientos turísticos extrahoteleros. En el último año, los albergues han experimentado un incremento del 21,2%, una tendencia que se vislumbra con perspectivas de seguir en alza en el futuro más cercano. Esta opción de hospedaje, cada vez más popular, no solo se limita a la temporada alta, sino que también se refleja en los fines de semana, donde se registra un aumento del 13,4% en la ocupación de plazas. Estos datos revelan que los albergues se consolidan como una alternativa económica y cómoda, abriendo nuevos destinos en 2024 para aquellos viajeros que buscan una experiencia auténtica y accesible.

En síntesis, el panorama de los alojamientos turísticos extrahoteleros está experimentando una transformación dinámica para adaptarse a las cambiantes expectativas de los viajeros contemporáneos. Además de los campings y los albergues, se suman alternativas como el alquiler a corto plazo, el glamping y las casas rurales, todas ellas atravesando un momento de redefinición en la forma en que disfrutamos nuestras escapadas.

Estas tendencias no solo impactan la manera en que elegimos vivir nuestras experiencias de viaje, sino también ofrecen a los emprendedores la oportunidad de capitalizar estas tendencias para brindar experiencias únicas y fomentar un mercado que no sólo responde a la demanda actual, sino que demuestra estar preparada para liderar el camino hacia un futuro prometedor en la industria turística.

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