
El recién elegido presidente argentino Javier Milei sigue con su idea de dolarizar la economía "y volar por los aires el Banco Central" tal y como prometió durante la campaña electoral. Esto conllevaría la desaparición del peso argentino y las transacciones económicas pasarían a ser única y exclusivamente en la moneda estadounidense. El problema es que el país no cuenta con reservas de dólares suficientes (21.102 millones) y además buena parte de ese dinero está reservado a pagar la deuda con el FMI, que asciende a 44.500 millones. Por tanto, el plan de Milei supone un grave riesgo ya que dejaría a la población sin disponer de su dinero en líquido. Esto abocaría a Argentina a otro corralito y a acumular más pasivo con el FMI.