Opinión

El petróleo aún será necesario

La guerra en Gaza supone un riesgo para la inflación, por la implicación que varios de los grandes productores de petróleo pueden tener en el conflicto.

 De hecho, el incremento del precio del crudo, 23,4% desde junio hasta los 88,4 dólares el barril Brent, ya muestra el temor del mercado a una fuerte caída de la oferta en caso de que Irán entre en el conflicto, o reciba sanciones a su exportación de crudo. Como es lógico el escenario alcista en el precio del oro negro eleva las estimaciones de negocio de las grandes petroleras. Tanto es así que el beneficio previsto de estas firmas ha crecido un 7,5% desde junio. Pero la guerra también refleja con claridad la importancia que el petróleo sigue teniendo para el mundo pese al incremento de las energías renovables. Otra muestra de ello se encuentra también en los últimos movimientos corporativos del sector, con las compras de Hess por Chevron tras desembolsar 53.000 millones, y la adquisición de Pionner por Exxon por 56.200 millones. La razón que lleva a estas firmas a pagar cifras millonarias por dos semidesconocidas está en que tanto Hess como Pionner cuentan con reservas de crudo. En otras palabras, ambas tienen aseguradas sus producción a largo plazo, que es justo lo contrario a la situación de muchas petroleras europeas tras un largo periodo de escasas inversiones en exploración.

La guerra en Gaza y los últimos movimientos corporativos muestran la importancia que el crudo sigue teniendo

El hecho de contar con yacimientos explica la mayor valoración de las firmas estadounideneses frente a las del Viejo Continente. Pero también refleja que por mucho que la Agencia Internacional de la Energía lo niegue, los combustibles fósiles seguirán siendo necesarios en el futuro. Tanto es así que solo el petróleo aún supone el 33% del mix energético mundial, un porcentaje muy superior al de cualquier otro fuente de generación.

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