
El Gobierno francés presentó ayer los Presupuestos de 2024 que distan mucho de parecerse a lo anunciado en mayo. Entonces, el Ejecutivo aseguró que se eliminaría el escudo antinflación "a familias y empresas" por la "vuelta a la normalidad" y el regreso de la disciplina fiscal en la eurozona para el próximo año. Pese a ello, Francia mantendrá el grueso de las subvenciones y solo quitará las ayudas a la energía, que generarán un ahorro de 14.000 millones. Sin duda, unas cuentas con las que Macron busca evitar otra oleada de chalecos amarillos pero que suponen un mal ejemplo para el resto de países. No en vano, Francia cerrará 2024 con un déficit del 4,4%, muy lejos del 3% al que deben aspirar los países comunitarios.