Más de un año y medio después de la entrada en vigor de la reforma laboral, España sigue siendo el país europeo que más trabajadores manda cada trimestre al paro. Un dato que confirma que la precariedad del empleo no deriva solo de la temporalidad, sino también de la inestabilidad de los nuevos empleos indefinidos. Así lo consideran los expertos de BBVA y Fedea, que señalan que el nuevo marco legal no ha sido capaz de atajar la rotación de mercado de trabajo. De hecho, la contratación de parados en la campaña de verano de 2023 también ha caído casi un 10% respecto a los niveles previos a la pandemia. Este mal desempeño muestra que se requiere políticas de mayor ambición para remediar la excesiva inestabilidad del empleo.