
Vivimos una transición energética apasionante, pero no exenta de desafíos. Mientras la Unión Europea se esfuerza por convertirse en una economía libre de emisiones en 2050, seguimos dependiendo en gran medida de la importación de gas. Aspiramos a la movilidad eléctrica, pero aún no hemos invertido lo suficiente en infraestructura de recarga. Contamos con fabricantes de aerogeneradores europeos líderes de carácter global, pero privilegiamos la importación de paneles solares.
En España, como en Europa, contamos con objetivos climáticos cada vez más ambiciosos. Estos se apoyan en tres pilares fundamentales: la transición hacia energías renovables, la electrificación de la economía, y un salto significativo en la eficiencia y el ahorro energético de nuestros sistemas productivos.
Para lograr estos objetivos, es crucial que coordinemos nuestros esfuerzos en cada uno de estos pilares. Además, debemos utilizar nuestros recursos materiales y financieros de manera eficaz y estratégica.
El éxito del nuevo borrador que actualiza el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) depende en gran medida de estos principios. El plan prevé un impulso significativo en la energía eólica en España, con la instalación de 4.000 MW anuales, casi el triple del ritmo actual. Esto requerirá miles de millones de euros de inversión, no solo en nueva capacidad instalada, pero también en redes de transporte y distribución, almacenamiento, y en plataformas de gestión inteligente.
Una vía que puede contribuir de manera decisiva, rápida y eficiente para alcanzar estos objetivos es fomentar la llamada "repotenciación", es decir la actualización tecnológica y, eventualmente, el incremento de la potencia instalada en parques renovables antiguos.
La repotenciación es de especial relevancia para España. La edad media de los parques eólicos de nuestro país es de trece años, la más alta de Europa. En 2030, casi dos tercios de nuestra capacidad instalada (aproximadamente, 20 GW), tendrá más de 20 años.
Remplazar estos aerogeneradores antiguos con turbinas de última generación tiene potencial para multiplicar la capacidad de esos parques entre 1,5 y tres veces, y la producción eléctrica hasta cinco veces, a un coste menor al de construir parques totalmente nuevos. Y no conviene perder de vista que la energía eólica proporciona un perfil de producción mensual y horaria de electricidad de gran valor para el sistema.
Además, la repotenciación ofrece otras ventajas considerables. Permite reutilizar los mejores emplazamientos y recursos eólicos, reduciendo así el riesgo de inversión; acorta los plazos de desarrollo; disminuye el riesgo de rechazo por parte de las comunidades locales y reduce la necesidad de un nuevo mallado de red.
El impacto medioambiental de la repotenciación es significativamente menor que la construcción de un parque nuevo. Como ejemplo, la repotenciación en 2019 del parque eólico El Cabrito en Cádiz, instalado en 1995 por Acciona, resultó en una mejora del entorno, una menor afección visual y acústica, y una mayor permeabilidad al paso de aves. Durante el proceso, se sustituyeron 90 aerogeneradores antiguos por apenas doce unidades para conseguir la misma capacidad instalada (30 MW), lo que ha permitido un incremento en la producción de un 16% por una mayor eficiencia y disponibilidad de los equipos.
Las ventajas de la repotenciación son innegables y, sin embargo, no se reflejan adecuadamente en la agenda de descarbonización de España. Solo Navarra lo considera como una prioridad en su Plan Energético.
De acuerdo con los análisis realizados por Monitor Deloitte, la repotenciación de 416 parques podría generar hasta tres veces su potencia actual, incorporando hasta 15 GW adicionales al sistema. Por ello y por todas las sinergias y eficiencias que conlleva, es esencial revisar la planificación para dar más énfasis a la repotenciación, permitiendo el incremento de capacidad en nudos concretos. Además, habría que establecer un marco regulatorio que acelere y facilite este tipo de mejoras, simplificando los trámites administrativos y ambientales.
La repotenciación de parques eólicos es un aliado indispensable en nuestro viaje hacia la descarbonización. No solo nos ayuda a aprovechar al máximo los recursos existentes, sino que también contribuye de manera significativa a la eficiencia y la sostenibilidad en la generación de energía. Es hora de darle el reconocimiento que merece y tomar medidas concretas para impulsar esta solución de vanguardia.