La descarbonización es un proceso progresivo de reducción de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, la gran mayoría de ellas provocadas por la actividad de las industrias. No obstante, para que este proceso tenga éxito realmente las empresas deben tener seguridad jurídica y poder mantener su competitividad, así lo han expresado los participantes del II Foro Empresarial 'El futuro del hidrógeno verde', organizado por elEconomista.es. Las industrias españolas suponen el 20% del PIB, copando gran parte del empleo y de la riqueza del país, por lo que es muy importante protegerlas y ayudarlas a lo largo de este proceso de descarbonización.
"Las empresas tienen cada vez objetivos de sostenibilidad muy marcados de cara a los próximos años y estipulados por sus accionistas. Además, hay sectores que hasta ahora no eran obligados a declarar las emisiones de dióxido de carbono", ha afirmado Miguel Mayrata, director de Diversificación de Negocio de Redexis. A lo que ha añadido, que "a pesar de esto, muchas empresas se adelantan y las que lo hacen toman decisiones para iniciar el proceso de descarbonización aun sabiendo los costes que conllevará. Por ejemplo, en el sector turístico y del transporte está pasando, las compañías buscan combustibles sostenibles y los productores estamos ofreciendo soluciones para ello. El sector debe entender y conocer los pasos a dar como compañías de infraestructuras y de productoras de soluciones renovables para ayudar a las empresas en su cambio sostenible", asegura.
El proceso de transformación y los pasos que se deben dar hacia la descarbonización son costosos en todos los sentidos, por lo que, para promover e incluir a todas las empresas "hay que aprovechar las infraestructuras ya existentes para conseguir que el proceso sea más económico para el sector", asegura Miguel Mayrata, director de Diversificación de Negocio de Redexis. A lo que añade que "si cada vez que hay un cambio en el tipo de gas se tiene que cambiar las tuberías los gastos serían enormes e inasumibles por las compañías. Transformar y descarbonizar el 70% de energía primaria de nuestro país tendría un coste de infraestructuras descomunal, y esta es la forma de aprovechar y abaratar el proceso".
Un claro ejemplo es lo que están haciendo desde Naturgy, pues están "aprovechando los emplazamientos donde teníamos antes nuestras fábricas de carbón para poder fomentar y llevar a cabo esta transición energética con una transición justa. Las bases de estos emplazamientos ya cumplen condiciones muy buenas, por ejemplo, las calificaciones del suelo, ya que han tenido un uso industrial; el acceso al agua y las líneas eléctricas de evacuación. Además, los alrededores hay ya desarrollo de energías renovables. Por todo esto, creemos que estas antiguas fábricas son un sitio propicio para instalar grandes hub de producción. El hidrógeno es esencial y debe ser competitivo", así lo deja ver Miguel Ángel Rodríguez, responsable de desarrollo de proyectos de Hidrógeno de Naturgy.
No cabe duda de que la descarbonización es un proceso costoso, pero "pasa lo mismo que cuando alguien se compró el primer móvil que también pagó mucho dinero y ahora, básicamente, te puedes comprar uno desde 50 euros. Todo necesita un desarrollo y la mejor forma de hacerlo es permitir su uso", hace a modo de comparación Miguel Mayrata, director de Diversificación de Negocio de Redexis.
Es el momento de poner el foco en la infraestructura y aprovechar las conexiones ya existentes. "El 98% de las redes españoles están compuestas por acero y politienol, lo que las hace perfectas y compatibles con el hidrógeno. Esto es muy importante y nos va a permitir aprovechar toda la red que ya está preparada para vehiculizar el hidrógeno", afirma Juan Villar, director de Operaciones de Nortegas.
Otros modelos
El blending es entendido como la mezcla de gas natural con el hidrógeno gaseoso. "Estamos con proyectos que queremos que sean tangibles. Hemos construido un primer hidroducto validado por el ministerio y que pasa por territorio público. Este es el primer ejemplo en España de lo que podrían llegar a ser los valles 100% de hidrógeno. Además, en el blending tenemos otro proyecto piloto en el que estamos extrayendo del subsuelo varios elementos para vehiculizarlos. Partimos de un 5% de hidrógeno, luego un 10% y queremos llegar hasta el 20%, ya que numerosos estudios demuestran que el gas natural con el hidrógeno todavía pertenece a la misma familia de gases todavía en este punto. No obstante, para nosotros es muy importante la seguridad de nuestros proyectos. Este lleva en funcionamiento dos años y está funcionando muy bien. Cada 3.000 horas hacemos ciclos para comprobar si hay fugas y hasta el momento hay cero fugas, no importa que sea el 5%, el 10% o el 15%", informa el director de Operaciones de Nortegas, Juan Villar.
Todo esto se está consiguiendo gracias al apoyo de la Administración y de Europa. En palabras de Miguel Mayrata, director de Diversificación de Negocio de Redexis,"la movilización de fondos públicos ayuda al desarrollo de proyectos. Es esencial el apoyo de la propia administración. De hecho, hemos presentado cuatro proyectos para que fueran subvencionados, y aunque solo dos de ellos han recibido estas ayudas públicas, los otros dos se quedaron fuera no por falta de ambición sino por falta de fondos".
Además, agrega que "es importante el confort técnico que podamos aportar y tenemos que ir acompasados con la legislación, que está siendo analizada. No cabe duda de que el blending es necesario para la descarbonización y asegura una demanda de hidrógeno que permita solventar los problemas técnicos. Hay que dar pasitos para conseguir que el blending sea seguro y para ello debe ir de la mano de los clientes y de los reguladores".
Los riesgos
En lo que respecta a los riesgos y peligros, el hidrógeno todavía es un terreno desconocido y donde se están empezando a realizar proyectos. En este sentido entra a formar parte el sector de las aseguradoras. Así, José Ángel Pagola Iturralde, Energy Transition Leader, AON Spain, ha afirmado durante la jornada que "la descarbonización necesitará la ayuda de la tecnología. Su uso en el día a día conllevará riesgos diferentes como la adopción de nuevas cadenas de suministros y nuevos modelos comerciales. Además del riesgo operacional, ya que el hidrógeno hasta ahora esta reducido a las industrias que están bien aseguradas".
Asimismo, Pagola Iturralde ha querido señalar que "el hidrógeno es altamente explosivo y puede tener problemas de fugas. Esto es un riesgo que las aseguradoras de entrada no contemplan, de ahí la necesidad de introducir rápidamente a las consultoras". A lo que explica, "es cierto que de primeras las aseguradoras no quieren entrar en este negocio, pero si se les explica desde un principio la situación sí que querrán entrar en el negocio. Hay muchas ganas de participar en estos procesos y la educación temprana del sector puede ser clave y esencial para evitar los cuellos de botella".
Básicamente desde el sector de las aseguradoras quieren acompañar a las empresas a lo largo de este proceso de descarbonización, y para ello, quieren "ayudar a los clientes a identificar y mitigar los riesgos, que muchas veces no podrán ser renovables. Ya partimos con la experiencia de las energías renovables, que tuvieron la necesidad de invertir en tecnología, igual que ahora pasará con el hidrógeno, y ahí estuvo el sector asegurador para ayudar a las empresas con esta transición", afirma Pagola Iturralde. A modo de ejemplo, asegura que "hace 40 años estaba el primer molino hidráulico, y nadie pensaba que esto llegaría tan lejos, y ahora míranos. Por ello, no tengo dudas en que ocurrirá algo similar con el hidrógeno", asegura el líder de transición energética de AON España.
El marco regulatorio
El proceso de descarbonización debe ir acompañado por una legislación acorde a las necesidades del sector y de la sociedad. La directora de estrategia y planificación de Enagás, María Teresa Nonay, alega que "se ha avanzado significativamente en este último año. 2023 va a ser el año del hidrógeno y en el que se establecerá un marco regulatorio para los próximos años. Aunque estamos pendiente de varios hitos importantes que se tienen que marcar desde Bruselas, porque todavía nos faltan las instrucciones para conocer las reglas del juego".
A lo que añade que "para la planificación del hidrógeno es clave la hoja de ruta europea. Sobre la mesa hay un plan muy ambicioso de un consumo de 20 millones de toneladas para 2030. Todo esto hace que se aceleren las curvas de descarbonización y se aumente la necesidad de invertir en infraestructuras para asegurar el suministro".
Así bien, en palabras de Nonay, "el paquete de descarbonización europeo será importante para los próximos años. Tenemos muchos proyectos sobre la mesa, y la mayoría de ellos gracias a Enagás renovables, entidad de la que tenemos el 60%, y es de las primeras de Europa por su cartera de renovables".
Los proyectos sobre la mesa
Cada vez son más las empresas que empiezan proyectos para favorecer la transición energética. En materia de descarbonización, Naturgy tiene varios proyectos. En palabras de Miguel Ángel Rodríguez, responsable de desarrollo de proyectos de Hidrógeno de Naturgy , "estamos muy comprometidos con la descarbonización, y nos hemos dado cuenta de que la electrificación no será suficiente. Por ello, es necesario el papel que juegan los gases renovables como el biometano, a corto plazo, y el hidrógeno. Además, es algo que se debe de posicionar a lo largo de toda la cadena de valor desde la producción hasta la distribución".
Durante el foro, el responsable de desarrollo de proyectos de Hidrógeno de Naturgy ha confirmado que tienen varios de los proyectos que tienen en el territorio nacional. "Uno en León, de la mano de Enagás renovable entre otros, que alcanza ya los 280 megavatios y está enfocado en el uso del hidrógeno en el mundo industrial y que se está usando para la movilidad sostenible de la zona. Además, tenemos otro en Galicia, en colaboración con Repsol, que hasta el momento solo tiene 30 megavatios; pero que podría llegar hasta los 200 megavatios. Este proyecto de hidrógeno está destinado para la refinería de la zona. Entre los objetivos principales es hacer que el hidrógeno sea universal y accesible para todo el mundo", confirma Rodríguez.
En los hitos actuales, Enagás está a la orden del día, y prueba de ello es que Enagás GTS ha puesto "en marcha el sistema de garantías de origen de gases renovables, que aunque ahora solo acredita el origen renovable de los gases, potencialmente incorporará también la sostenibilidad", confirma la directora de estrategia y planificación de Enagás. A lo que añade que "desde nuestro negocio de infraestructuras tenemos un proyecto en marcha que comunica Portugal, Francia y España: H2Med. Este proyecto consiste en conectar la producción de hidrógeno de la Península Ibérica con Europa a través de Francia. Consta de dos conexiones: Celza, entre Celorico de Beira (Portugal) y Zamora, de capacidad máxima de 0,75 millones de toneladas de hidrógeno; y BarMar, entre Barcelona y Marsella (Francia) con capacidad de dos millones de toneladas. Hay que destacar que este proyecto tiene el respaldo de la Comisión Europea y de los gobiernos de los tres países involucrados. Alemania también se unió al proyecto en enero de este año. El proyecto se ha presentado a la lista de proyectos de interés común europeos (PCI) y esperamos que hacia finales de este año este proyecto esté incluído en la lista definitiva de proyectos PCI para recibir la financiación europea".
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