Opinión

Más dificultades para las empresas

Foto: iStock

A falta de que aún 26 empresas del Mercado Continuo español presenten sus resultados, puede ya afirmarse que el primer semestre de este año ha presentado ciertas complicaciones para las cotizadas españolas. Como resultado, sus beneficios entre enero y junio pasado descendieron un 6,1% con respecto al mismo periodo de 2022, lo que situó el total de ganancias en 30.350 millones.

Nadie discute que en estos resultados actúa cierto componente coyuntural, debido en la actualidad a las siderúrgicas. Las productoras de acero vivieron un auténtico boom desde el momento en que se levantaron las restricciones anti-Covid a escala mundial, y ese efecto se ha agotado por completo en 2023 y ha lastrado el conjunto de los resultados de las compañías.

Sin embargo, no debe minusvalorarse la confluencia en el pasado semestre de varios factores que afectan a la actividad empresarial en su conjunto. Por un lado la demanda exportadora, pese a seguir al alza, se resiente por la debilidad de China y, aún más importante para las relaciones comerciales españolas, la recesión en Alemania.

En términos internos, no menos relevante es el endurecimiento de las condiciones de financiación por las continuas alzas de tipos en la eurozona, coincidiendo con una coyuntura en el que ritmo de consumo e inversión de los españoles mantiene la atonía heredada de finales de 2022.

No hace falta esperar al balance semestral de resultados para comprobar el efecto pernicioso de todas estas fuerzas en las empresas, ya que se refleja mes a mes en los datos de recaudación del Impuesto de Sociedades. Su situación tiene visos de empeorar ante la desaceleración prevista del PIB español en la última parte de este año.

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