
La Fed confirmó la subida de 25 puntos que ya había adelantado tras su reunión de junio. Con este incremento los tipos en EEUU escalan al 5,5%, su nivel más alto en 22 años.
Con todo, la gran duda era si el de ayer sería el último aumento del precio del dinero o si, por el contrario, la Fed aún realizaría otro incremento en septiembre. El banco central no despejó del todo las dudas, pero dejó la puerta abierta a alargar al menos hasta esa fecha el actual ciclo de subidas de tipos. Con ello, la Fed evidencia que el problema de la inflación no está solucionado. Una decisión comprensible ante unos precios que si bien se han relajado siguen estando lejos de estar normalizados (en el entorno del 2%). De hecho, la tasa subyacente, que descuenta los elementos más volátiles, sigue instalada en el 4,8%