Las marcas de fabricante tenemos un gran reto por delante: crear valor. La innovación, la sostenibilidad y la digitalización son procesos clave que deben utilizarse como palancas estratégicas en todos los aspectos, desde la creación hasta la distribución del producto.
Según el último Radar de la Innovación de Kantar y Promarca, las marcas de fabricante en 2022 fueron las responsables del 89% del total de las innovaciones que se introdujeron en el mercado español, convirtiendo a las marcas de fabricantes en el motor de la innovación española.
La innovación es un factor clave para impulsar el crecimiento del mercado, generar valor al consumidor y a la distribución y garantizar el futuro de la marca. España es el mercado europeo con los niveles de innovación más bajos de toda Europa. La estructura de la distribución no ayuda, pero para que esto no siga así, las marcas de fabricante debemos apostar por la innovación.
Hemos observado que los consumidores están abiertos a la innovación siempre que vean que realmente supone un valor añadido. Por eso es importante que las marcas sepamos entender cuáles son las necesidades de los consumidores y ofrecerles la innovación óptima para cubrirla.
Otro factor que ayuda a las marcas a crear valor añadido es la digitalización. La transformación digital se puede implementar de múltiples maneras, desde la inteligencia artificial, pasando por el análisis de datos, la realidad aumentada y hasta la impresión 3D. La integración de la tecnología permite a las empresas agilizar procesos y combinarlos con prácticas más eficaces, mejorar la eficiencia operativa, crear ventaja competitiva mediante la innovación, el trabajo colaborativo y la automatización, y poner a los clientes y consumidores en el centro del negocio proporcionándoles respuestas rápidas y eficientes.
Estamos viendo áreas donde la digitalización se está aplicando mayoritariamente como es en el comercio digital, la Industria 4.0 o la logística. Para nosotros, la aplicación de sensores en las fábricas y la recopilación de datos en toda la cadena de producción ha supuesto un gran cambio en nuestras actividades. Gracias a estos datos automatizados en tiempo real, podemos recopilar información sobre sostenibilidad, eficiencia, calidad y seguridad, y ver en qué podemos mejorar, optimizar la producción y asignación de recursos, etc.
Estos dos nuevos pilares clave están intrínsecamente unidos a la idea de impulsar el cambio y mejorar las operaciones, lo que proporciona que las marcas que podamos centrarnos en el que cada vez se está convirtiendo en una preocupación mayor y otro eje esencial para las empresas: la sostenibilidad.
Sabiendo que en 2022 las marcas de fabricantes alcanzamos el 7,7% del PIB español, es nuestro deber comprometernos con el cuidado medioambiente y centrar nuestros esfuerzos en innovar en clave sostenible. No solo se trata de utilizar envases hechos a raíz de materiales reciclados, sino también de mejorar nuestras instalaciones para que sean más eficientes y llevar a cabo innovaciones que ayuden a los consumidores a ser más sostenibles y eficientes energéticamente con nuestros productos.
Hoy en día, todo el mundo quiere ser sostenible, y aunque hemos visto una tendencia por parte de los consumidores para reforzar sus valores en sus hábitos de compra y ser más conscientes en el proceso, no todos los consumidores pueden permitirse el sobrecoste que los productos más sostenibles conllevan. Los fabricantes sabemos que la sostenibilidad es un elemento clave en la visión de futuro y, por ello, es nuestra obligación apostar por estas innovaciones.
En un entorno tan cambiante y volátil como el que vivimos desde hace años, donde cada vez somos más conscientes de la necesidad de impulsar una economía más verde, es esencial que las marcas de fabricantes nos dediquemos a aquello que sabemos hacer mejor: apostar por la digitalización, la innovación y la sostenibilidad para desarrollar las categorías y productos y generar valor para el consumidor final y la sociedad.