
El consejero delegado de BP, Bernard Looney, muestra en elEconomista.es su compromiso con la transición ecológica pese a sus muy exigentes objetivos de reducir las emisiones un 4% anual, una tasa que no se logró ni en los peores momentos del confinamiento.
Ahora bien, Looney también defiende que aún hay que invertir "lo suficiente" en petróleo y gas. No se trata de ninguna incoherencia, sino del reconocimiento de un hecho. Si la demanda de hidrocarburos se mantiene en los niveles actuales y faltan inversiones en este sector, sus precios subirán "y eso no será bueno para nadie". Negar la necesidad que las economías modernas aún mantienen respecto a fuentes de energía como el crudo supone una imprudencia que únicamente conducirá a nuevas crisis.