
La ratio de deuda de las empresas del Ibex (en proporción a su ingreso bruto) se sitúa ahora en 2,13 veces. Es un nivel superior a las 1,7 veces que caracteriza desde hace años a índices comparables como el Dax y, sobre todo, es un 5% superior al nivel que el selectivo español mostraba antes de que el BCE iniciara sus alzas de tipos. Sería injusto considerar que la actitud de las grandes corporaciones de nuestro país respecto a su pasivo es temeraria. Es lógico que aprovecharan una condiciones de financiación excepcionales propias de unos mercados inundados de liquidez durante mucho tiempo. Ahora bien, una vez que el BCE decidió endurecer esa situación (y seguirá haciéndolo) conviene que las empresas del Ibex moderen el avance de su apalancamiento.