Opinión

Los nuevos desafíos políticos y económicos

  • La parte más importante de 'La Alternativa' es la relativa a la economía política
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. ee
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La clave estratégica del populismo es la destrucción de las instituciones. Se trata de anular o, al menos, disminuir el papel de la mayor parte de leyes, organismos intermedios, asociaciones y acuerdos-implícitos o explícitos, formales o informales-que impidan al líder carismático (conocedor sin intermediarios de las necesidades de los ciudadanos) ejercer su poder una vez libre de las ataduras del procedimiento y de la ley. Ésta es la situación hacia la que nuestro país ha estado avanzando desde hace casi cinco años. El partido en el poder ha intentado colonizar los órganos de la justicia, mediatizar la prensa, controlar a los controladores independientes, penalizar arbitrariamente a las empresas, amenazar y acosar a los empresarios, manipular los precios, socavar el derecho de propiedad. El destrozo institucional, empezando por el sistema de mercado, ha sido tan intenso que se ha hecho comentario común que el partido político que está llamado al relevo en las próximas elecciones generales no tiene el ánimo ni el interés suficiente como para afrontar una tarea de reconstrucción de tal calibre. El reto requiere no sólo la energía política para enfrentarse al destrozo sanchista, sino un plan de acción específico y bien calculado.

Esto último es lo que presenta el libro La Alternativa editado por Beneyto y Pampillón: una serie de dieciséis recomendaciones dirigidas al próximo equipo que desde la Moncloa intente la reconstrucción institucional que necesita nuestra economía. Nueve de ellas tienen carácter sectorial y están escritas por profesores especialistas o protagonistas directos de los mismos sectores: las relaciones exteriores (J.M. Beneyto), el futuro de las pensiones (P. González de Frutos), la educación (J. Pomés), la empresa (I. Fernández de Mesa), la transición energética (E. Navarro), cambio climático y energía (N. Fernádez-Cuesta), el sector agroalimentario (A. Díaz-Ambrona), las telecomunicaciones y la transición digital (C. López Blanco), y el turismo (S. P. Barceló). Todas ellas son monografías brillantes que muestran un conocimiento completo del campo que se describe, a veces con un detalle exhaustivo en la descripción, para utilidad, quizá, de los responsables políticos futuros.

Sin embargo, la parte más importante del ensayo es la relativa a la economía política. Desde postulados económicos, Pampillón y Mingorance en el capítulo diez hacen un acertado llamamiento contra el populismo y analizan los efectos sobre el crecimiento y el empleo del nuevo contexto de incertidumbre creado por el cambio en el panorama monetario, la inflación y la guerra para acabar el capítulo con un plan estratégico de política económica dirigido al próximo gobierno. Mingorance y Barruso-Castillo se preguntan en un capítulo excelente (cap. 7) con qué margen de actuación cuenta el próximo Ejecutivo para mantener el estado de bienestar sin desequilibrar aún más las cuentas públicas y apuntan a una serie de cambios factibles en el lado del gasto público y la estructura impositiva. G. Izquierdo analiza de forma brillante en el capítulo 14 cómo mejorar la eficiencia del gasto público y propone un decálogo de medidas viables: desde aumentar la transparencia y la rendición de cuentas hasta la corresponsabilidad fiscal y la participación del sector privado en la provisión de servicios. Los últimos dos capítulos están dedicados a dos instituciones clave: el Poder Judicial (L. de Burgos) y los supervisores económicos independientes (S. Albella). En el primero se propone un procedimiento para el nombramiento independiente de los miembros del CGPJ y en el segundo se apunta a una serie de medidas para impedir la manipulación institucional del Ejecutivo. El libro es, en suma, un compendio de la reconstrucción institucional que le espera al próximo Gobierno teniendo en cuenta, además, que se hará cargo del poder en un contexto muy diferente al de los populistas neo-marxistas que lo han ejercido estos últimos años. La inflación es un fenómeno fundamentalmente monetario (sobre el los gobiernos europeos tienen una influencia menor) que va a tardar en irse con o sin guerra de Ucrania, los flujos financieros y el precio del dinero serán muy diferentes y la presión desde Bruselas por ajustar de forma urgente el déficit público desbocado van a condicionar la gestión del nuevo equipo.

El margen de maniobra para Alberto Núñez Feijóo, si es que los pronósticos electorales se materializan, va a ser muy estrecho. Por eso llama la atención el prólogo que él mismo escribe "desde la moderación" y rehuyendo la confrontación interna. Coincide en ello con N. Checa, autor del primer capítulo, que subraya la necesidad de una acción de gobierno pragmática y sin ideología para evitar la posible polarización política que impida llevar a cabo las reformas. Sin embargo, al lector le queda la duda sobre cómo va a se posible un cambio de ciclo -más allá de una legislatura que corrija el desastre sanchista- sin un proyecto ideológico que, primero, explique sin ambages a los españoles el empobrecimiento al que hemos sido sometidos y, segundo, pueda ilusionar a, por lo menos, una minoría amplia del electorado con una propuesta política e ideológica que aglutine y promueva los consensos básicos de una sociedad abierta y de mercado. Un conocedor profundo de los procesos de cambio político en tiempos difíciles, como era Thomas Paine, decía sobre la moderación que "Una cosa moderadamente buena no es tan suficientemente buena como debería. La moderación en el carácter es siempre una virtud, pero en los principios puede ser un pecado." Teniendo en cuenta las enormes dificultades a las que se va enfrentar el próximo gobierno y la reducción del gasto que tendrá que afrontar parece dudoso que un programa moderado y sin ideología política triunfe a largo plazo.

En cualquier caso, La Alternativa es una excelente colección de ensayos, una reflexión serena y realista con pocas concesiones al optimismo triunfalista que, sin duda, será de utilidad para los próximos tomadores de decisiones públicas. Éstos van a encontrarse pronto con decisiones muy costosas con un alto precio político. Por eso, y sólo como una sugerencia, sería recomendable que La Alternativa fuese leída a la par con el libro reciente del propio Rafael Pampillón Cuando los Votantes Pierden la Paciencia (2022). En él podrá encontrar el lector, el próximo gestor político- los peligros a los que se enfrentan los gobiernos cuando las oscilaciones en las preferencias de los votantes enfrentan a los ciudadanos con los programas públicos. Los riesgos son muy altos.

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