Renfe se ha aliado con la constructora FCC para pujar por el plan de modernización de los más de 1.000 kilómetros de red ferroviaria de Canadá, un proyecto que unirá a las seis ciudades más pobladas del país.
Este acuerdo permite a Renfe optar a entrar en un mercado en el que no está presente. FCC, por su parte, logra una nueva ventana de crecimiento en un territorio donde ya ha obtenido importantes contratos. Pero este pacto entre ambas firmas también evidencia los beneficios de la colaboración público-privada. Una fórmula que Renfe ya utilizó con éxito para hacerse con el AVE a La Meca y que ahora aumenta las posibilidades de que ambas compañías logren uno de los contratos de infraestructuras más importantes que hay ahora a nivel mundial.
