
España cerró 2022 con un déficit comercial de 68.112 millones de euros, el triple que en 2021. La razón del saldo negativo de las exportaciones respecto a las importaciones radica en los altos costes de la energía.
No en vano, la pérdida sólo en esta variable se incrementó hasta los 52.616 millones, el doble que en 2021, convirtiendo en insuficiente la positiva aportación del turismo tras su recuperación post-Covid. Este mal desempeño del sector exterior es una pésima noticia para la economía en su conjunto, ya que supone el 41,7% del PIB. Por fortuna, los menores precios energéticos actuales y las estimaciones que apuntan a que se mantendrán en niveles asumibles en los próximos meses mejora las perspectivas del sector de cara a este ejercicio.