
Vodafone avanza en el proceso de venta de su fibra óptica en España al desvelarse los primeros interesados en la que podría convertirse en una de las mayores transacciones del año en el sector, al margen de la integración de Orange y MásMóvil.
De momento, Macquarie y Ardian, dueños de Onivia y Adamo, se han interesado por una desinversión con la que la firma británica espera obtener hasta 4.000 millones. Todo está aún en fase preliminar, pero parece evidente que "novias" no le van a faltar a Vodafone. De hecho, Brookfield y las aseguradoras Allianz y Swiss Life también podrían postularse en el proceso. Este elevado interés por la red fija de la teleco refleja la calidad de un activo que alcanza a 10,5 millones de hogares. Pero además, Vodafone ha acertado de pleno al aprovechar el apetito de los fondos por la fibra óptica en España para lanzar la operación. No en vano, el pasado año Telefónica cerró la venta del 45% de su negocio de fibra óptica rural por 1.021 millones. Asimismo, MásMóvil también completó el pasado ejercicio el proceso de desinversión de activos similares por los que obtuvo 780 millones. Todo indica, por tanto, que Vodafone podría logar su objetivo de culminar la venta de su red fija este mismo año a buen precio y alquiler su uso. Una puesta en valor que generaría una importante inyección de recursos con los que la compañía podría consolidar su posición financiera al tiempo que contaría con capital para impulsar estrategias comerciales con las que volver a captar clientes en el mercado nacional. Además, la operación se antoja una adecuada respuesta al terremoto que en el sector de las telecos españolas ha supuesto la fusión entre Orange y MásMóvil.