
La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 8%, hasta los 1.080 euros, es un nuevo varapalo para los trabajadores por cuenta propia. La subida, que está muy por encima del 4% que proponía la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), va a provocar dificultades en el colectivo de trabajadores autónomos.
Desde ATA estamos de acuerdo con que se deben subir los salarios, pero no estamos de acuerdo con que el incremento anunciado, ya que esta cifra va a suponer un esfuerzo enorme para las pequeñas y medianas empresas y los trabajadores por cuenta propia. El incremento de 80 euros al mes en las nóminas supone al empleador un coste real de 150 euros al mes, a lo que hay que añadir el incremento de todos los costes que ya hemos comentado en anteriores artículos: de producción, de energía, de materiales… No son 80 euros, es muchísimo más para una economía ya en el límite.
De las más afectadas
Por regiones, observamos como Andalucía, junto a Extremadura y Canarias, son las comunidades autónomas que más gente concentran cobrando el salario mínimo y, por ende, las que se van a ver más afectadas por esta subida. Esta subida va a poner en serio peligro la viabilidad de muchas empresas ya muy débiles de sectores como los servicios o la agricultura. Esperamos que las cifras del empleo andaluz se mantengan durante los próximos meses y continuemos a la cabeza tanto del emprendimiento como del empleo, porque será sinónimo de que la comunidad va bien económicamente.
Es indudable que los trabajadores que ganan el SMI están viviendo ahora mismo una mala situación, así como los autónomos y las pequeñas empresas en las que se concentran esos trabajadores que ganan el salario mínimo. Es inviable que se sigan aumentando los costes de producción. Pero la subida de salarios debe ir acompasada a la realidad, no crear más problemas que los que intenta solucionar.
El motor del país
Si hay algo que tenemos claro es que ha llegado el momento de dar certezas a las incertidumbres de apostar por el emprendimiento, de dejar de demonizar la figura del empresario y de quitar las piedras del camino a los autónomos, porque son el verdadero motor de la economía de nuestro país y Andalucía lo sabe bien.
Y así lo han confirmado los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social del mes de enero, que hemos conocido recientemente. Andalucía, después de registrar incrementos de afiliación y autónomos en la mayor parte de 2022, ha perdido casi 3.000 autónomos en el primer mes del año, si se compara con diciembre del año pasado.
Es cierto que todos los meses de enero son malos meses, pero indudablemente lo que estamos viendo en estos momentos es que el aumento de la presión fiscal, de las cotizaciones y de los costes que están teniendo autónomos y empresas está pasando factura al empleo y al tejido empresarial. Es necesario apostar por los autónomos y por el tejido empresarial con una política totalmente distinta a la del Gobierno central, que está denigrando a la figura del empresario.