Opinión

Por qué la figura del CFO será clave para las 'startups' en 2023

2022 ha dejado un panorama económico complejo, marcado por la incertidumbre, la subida de tipos de interés y la sombra de una posible recesión. Los fondos de capital riesgo y el ecosistema inversor en general han optado por la prudencia y se han empezado a pensar mucho más las cosas, exigiendo números más sólidos, más garantías de éxito y fundamentos para llegar a una valoración que les anime a poner su dinero en un proyecto innovador.

El resultado es que las inversiones en startups a nivel mundial durante 2022 han descendido, sobre todo en la segunda mitad del año. Según el último informe de Atomico, el volumen de inversión total en el sector tecnológico europeo se situó en unos 85.000 millones de dólares, frente a los 100.000 millones del año anterior, y el valor total del ecosistema tecnológico europeo pasó de 3,1 billones de dólares en 2021 a 2,7 billones en 2022. En España, las inversiones descendieron un 20% respecto a 2021, situándose en 3.500 millones de euros invertidos, según el Observatorio de Startups de la Fundación Bankinter.

Y con esta coyuntura empezamos el año 2023, un año en el que, al menos de momento, se prevé que continúe esta tónica. Pero es importante convencer a los inversores de que el ecosistema de emprendimiento español sigue brindando interesantes y atractivas oportunidades para invertir. Sin duda, es un sector que tiene mucho riesgo, pero también un gran potencial de rentabilidad. Y para convencerles, las startups tienen que hacer bien sus deberes y buscar la excelencia. Si hemos pasado dos años en los que bastaba con sacar un 6 para aprobar, ahora hará falta un 8 para conseguir financiación.

La clave estará en demostrar que el proyecto resuelve un problema o una carencia real, que su tecnología aporta un valor diferencial, que cuentan con un equipo solvente y con el talento y conocimientos necesarios para sacar ese proyecto adelante y conseguir el éxito. Y, muy importante, que sus números son sólidos, que su plan de negocio es ambicioso pero realista, que aplica las métricas adecuadas y que está preparada para alcanzar la sostenibilidad.

Los retos del CFO

Por todo esto, la figura del director financiero, o CFO, va a ser fundamental en 2023. Dado que no le va a resultar sencillo conseguir financiación, deberá llevar un férreo control presupuestario, y las estimaciones tendrán que contemplar de forma más exigente un escenario pesimista. Es decir, si antes podía estimar que lograrían levantar capital en 12 a 18 meses, ahora la siguiente ronda podrá tardar en llegar hasta 24 meses, y el camino será mucho más arduo.

Para poder presentar unos números sólidos a los potenciales inversores, deberá llevar un control absoluto de las unit economics, que es el resultado de medir los ingresos, los costes y la rentabilidad por unidad de producto vendido o cliente captado. Al monitorizar lo que le cuesta a la startup vender una unidad de su producto o servicio y la rentabilidad que le genera, resulta más sencillo calcular y pronosticar los puntos de equilibrio y los márgenes.

Todo esto es la Biblia para el CFO de una startup, y solo los que estén bien formados y tengan los conocimientos necesarios podrán hacer frente a la incertidumbre y cumplir con las exigencias necesarias para llevar al éxito a su compañía.

Probablemente, los CFO podrán convertirse en el "poli malo" en muchas ocasiones, diciendo que no a posibles iniciativas que se planteen dentro de la empresa para tratar de mantener los pies en la tierra. Cuando el mercado ha perdido la sensación de euforia, el buen CFO será más estricto y siempre estará dispuesto a dar un baño de realidad a quien intente dejarse llevar por ideas que nacen de una cabeza que no visualiza los riesgos financieros.

Contar con expertos en finanzas para startups puede ser vital, y este es un momento clave para buscar formación especializada. Invertir en desarrollar el talento en esta área es, ahora más que nunca, una apuesta segura.

Previsiones optimistas

Dentro de todas las oscuras previsiones, mi visión de este año para el ecosistema de emprendimiento español es más optimista. Creo que la falta de financiación afectará más a otros mercados más maduros, como el de Estados Unidos, y a startups en fases más tardías, que cotizan en bolsa o están más cerca de cotizar. Pero en España, me atrevo a pronosticar que los fondos que invierten en startups en fases iniciales de desarrollo seguirán manteniendo la tónica de financiación de los dos últimos años. En 2020 y 2021 se constituyeron muchos fondos que todavía tienen mucha pólvora que quemar.

Tal vez sería un poco más pesimista para 2024, pero en cualquier caso hay que recordar que en todas las crisis por las que hemos pasado, siempre los buenos proyectos han encontrado financiación. Por ejemplo, en la de 2008 surgieron muchísimas startups de primerísimo nivel, como Uber o Airbnb, que pudieron salir adelante y hoy son éxitos globales. Y no se puede negar que las crisis también sirven para desinflar un poco la burbuja y "limpiar" el mercado de otros proyectos que tal vez no eran tan buenos pero igualmente consiguieron fondos, aunque no fueron capaces de lograr el posicionamiento deseado en el mercado.

En definitiva, trabajo duro, esfuerzo, perseverancia, prudencia, disciplina, talento y formación especializada serán los ingredientes que ayudarán a las startups a conseguir financiación y triunfar en este nuevo año que acaba de comenzar.

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