
Nunca es tarde si la dicha es buena. El Gobierno se ha demorado mucho en darse cuenta de lo necesario que es diversificar los motores económicos ante futuras crisis.
Pero ayer dio el primer paso para aprovechar el potencial farmacéutico que hay en España con su exitosa reunión con el sector. España es líder europeo en investigación biomédica y el medicamento es el cuarto producto más exportado. Aprovechar ese tejido para aumentar su potencial es un acierto y consolidar una inversión de 8.000 millones, a lo que se le suman contrataciones de 4.500 personas. Supone además dotar al país de un pulmón extra de cara al futuro. Ahora queda rematar la faena y facilitar el desarrollo de esta industria con los cambios legislativos que se avecinan en los próximos meses.