Opinión

Lo que se mide se ejecuta, también en sostenibilidad e impacto

Imagen: iStock

Las palabras del dueño y fundador del grupo indio Mahindra, "What gets measured gets done" resumieron el reto y la oportunidad que supone el Impacto y la sostenibilidad. En su intervención en el congreso anual del GSG (Global Steering Group, una organización global que impulsa la inversión de impacto en el mundo) Anad Mahindra mantuvo un diálogo de tú a tú con Sir Ronald Cohen, (presidente de dicha entidad) donde afirmó con contundencia "lo que se mide se ejecuta".

El directivo indio destacó que el gran reto para grandes y pequeñas empresas hoy es la transformación del negocio poniendo el impacto en el centro de las decisiones estratégicas. Así, prosiguió diciendo que aquellos que están ya en ese camino liderarán la carrera, mientras que aquellos que lo activen tarde simplemente arrastrados por obligación regulatoria perderán un tren de oportunidades que no volverá. Y a largo plazo corren el riesgo de desaparecer. 

Mahindra destacó en su intervención que el valor de una compañía "no es lo que vale hoy sino su potencial de generar valor en el futuro". Una compañía que tiene en su ADN un propósito más allá de sus beneficios económicos, que está comprometida con mejorar la vida de las personas a las que sirve y el cuidado del planeta, tiene una valoración muy superior a otra que ignora el impacto que genera. No hablamos solo de tener en cuenta las externalidades, que también, sino de hacer políticas de impacto y sostenibles que sean parte integral de la estrategia de la empresa. "Doing well by doing good", como repite a menudo Cohen.

Cumbre de impacto en 2023   

Todo esto tuvo lugar hace unos días en el Congreso Anual del GSG, el referente mundial en materia de sostenibilidad e impacto social en el mundo, fundado por el Sr Cohen en el año 2015. Un evento que contó en su congreso anual con más de 32 países participantes, más de 300 personas conectadas y un total de 24 ponentes de máximo nivel entre miembros del gobierno, Comisión Europea, directivos, dueños y fundadores de grandes empresas, emprendedores y financieros. Un evento que, además, el año que viene y por primera vez se celebrará en España, en la ciudad de Málaga, los días 2 y 3 de octubre, coincidiendo con la celebración de la presidencia del Consejo Europeo de la UE. Lea también: Juan Bernal (SpainNAB): "España ya ocupa un papel muy relevante en la inversión de impacto global".

Volviendo al congreso de este año, el foco del evento era "Impact: Implementation and Delivery"- implementación y ejecución del impacto en nuestro modelo económico. Un tema que contó con la reflexión acerca las recomendaciones del informe del GSG al G7 Impact Taskforce en materia de transparencia y movilización de capital a escala para lograr una transición justa sin dejar a nadie atrás.

El CEO del GSG, Cliff Prior, y su presidente, Sir Ronald Cohen, se estrenaron como moderadores de paneles de un elevadísimo nivel donde se destacó la importancia de la transparencia del impacto, la necesidad de medir, gestionar y evaluar en términos financieros el impacto que generan las empresas en la sociedad y en el planeta, pero también el rol individual que cada uno de nosotros podemos y debemos de jugar para acelerar el proceso hacia una nueva economía de impacto integrando la triple rentabilidad.

Modelo de medición homologado

No faltó una mención clara sobre el rol clave que tiene el regulador para incentivar (o desincentivar) a las empresas que demuestran tener un alto impacto y los inversores que invierten en dichas empresas. 

El panel de Clara Barby, senior partner de Just Climate, comenzó con Janine Guillot, senior advisor del ISSB and IFRS Foundation (entidad responsable de ejecutar y diseñar las Normas Internacionales de información financiera), quien explicó los grandes avances conseguidos para tener un sistema de medición ESG único y homologado para las empresas como paso previo a la elaboración de las cuentas no financieras. Dicho modelo de medición dijo Guillot será una realidad en los próximos 3 o 5 años. 

Doug Peterson, presidente y CEO del Indice S&P Global, sorprendió augurando que el siguiente paso será la obligación de reportar junto a la contabilidad financiera obligatoria una Contabilidad No financiera. Destacó un dato interesante, y es que el 85% de las empresas del S&P reportan información no financiera en materia de ESG de forma voluntaria (pero de enorme valor para el ranking ESG empujado cada día más por los inversores).  Sin embargo, Peterson aventuró que el reporte de la contabilidad no financiera será una nueva obligación regulatoria para todas las empresas en menos de una década. 

Valor monetario del impacto

George Serafeim, profesor de Harvard y fundador de la iniciativa IWAI para evaluar el impacto económico de las externalidades de las empresas, destacó que la iniciativa del ISSB será de enorme utilidad para transformar los KPIs de impacto en un valor monetario y, por tanto, afectando directamente los costes e ingresos de la compañía y, por tanto, reflejando una cuenta de resultados diferente al que arrojaría la contabilidad puramente financiera de una empresa. A más impacto positivo, mayores ingresos, a mayor impacto negativo, mayor el riesgo reputacional y mayor nivel de costes (multas).

Amanda Feldman, consultora senior de impacto desde sus inicios a principios del año 2000, hizo un papel estelar dirigiendo el evento y presentando los diferentes paneles, además de informar sobre los resultados de las encuestas de todos los conectados al evento que giraron en torno a quién será el principal acelerador de esta revolución del impacto o quien moverá mayores flujos de capital hacia la innovación para solucionar los grandes retos de la humanidad y que, sin duda, arrojaron sorpresa y emoción al evento.

Referentes mundiales del sector público, privado y filantrópico, además de directivos de plataformas y organismos supranacionales, como la Comisión Europea, emprendedores y personas del mundo académico entre otros, destacaron que el momento del Impacto ya había llegado y por tanto estamos ante un segundo nivel. 

¿Cómo acelerar el proceso?

Conocemos el qué y, por tanto, estamos ante el siguiente gran reto que es el cómo. Las preguntas de los propios ponentes centraban el tiro de forma soberbia, las respuestas aún por llegar nos invitan  a todos a reflexionar: ¿Son los gobiernos, a través de subvenciones, impuestos y ayudas, los que dan señales al mercado de lo que es o no altamente rentable (el gas por ejemplo)?, ¿exigir mayor transparencia de la información no financiera pasa por una mayor regulación?, ¿qué vehículos financieros al alcance de pequeños ahorradores pero también de grandes inversores son los mejores para atraer los grandes flujos de capital para invertir en empresas y proyectos que están cambiando el mundo?, ¿para cuándo un único modelo de medición de impacto?, ¿cómo pasar de KPIs a términos monetarios?, la contabilidad no financiera auditada y obligatoria al mismo nivel que la contabilidad financiera ¿será la solución? Y finalmente ¿cuál es el rol de las entidades financieras, los inversores, las empresas cotizadas, las pequeñas y medianas empresas como cadena de suministro de las grandes corporaciones (SMEs), los bancos centrales, la Comisión Europea, las ONGs o los emprendedores de impacto en el proceso de acelerar una transición justa sin dejar a nadie atrás, y lograr los ODS de la ONU en tan solo 8 años? 

Con estas preguntas, alimento para la inspiración y la acción, el propósito como valor humano que nos une a todos y la convicción de que tenemos la solución a nuestro alcance (el impacto para generar valor económico y social sin dejar a nadie atrás), el congreso anual llegó a su fin. 

Mahindra terminó su intervención con otra gran frase "lo que se premia se repite" (What gets rewarded gets repeated): un guiño dirigido a reguladores y gobiernos de todo el mundo para acelerar el proceso incentivando el comportamiento consciente y responsable y al mismo tiempo innovador de las empresas. 

Pero también he creído ver en sus palabras un guiño a los altos ejecutivos para elevar la sostenibilidad y el impacto a sus consejos de administración, formando parte de la agenda de la estrategia en las más altas instancias de la compañía. Porque premiando un crecimiento acorde con un alto impacto económico-social y medioambiental en todas las áreas de negocio, se generará más crecimiento y por tanto mayor impacto, generando así un círculo virtuoso de enorme escalabilidad y alcance.

María Herrero, socia de Transcendent, consultora de sostenibilidad e impacto, aliada del IMP (Impact Management Project) y miembro del Spain NAB (GSG en España).

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