Madrid
El primer activo del mercado, el bono estadounidense con vencimiento a 10 años, está sufriendo las consecuencias de dar marcha atrás a una década de estímulos por parte de los bancos centrales. Las pérdidas en 2022 ya superan el 20% en el T-Note, que ha pasado de ofrecer una rentabilidad del 1,51% a comienzo del ejercicio, a dar un 4,20% en la actualidad.
La caída histórica del bono americano desmonta el mantra del activo libre de riesgo, y confirma que el mercado de renta fija era una burbuja inflada por las políticas de los bancos centrales. Eso sí, las caídas no deben hacer que los inversores descarten invertir en deuda: precisamente ahora las rentabilidades a vencimiento vuelven a ganar atractivo, y cada vez más analistas los favorecen.