Opinión

Doble castigo para la industria

El PMI manufacturero español sufrió en octubre el mayor desplome entre las grandes economías europeas. En concreto, el índice se desplomó hasta 44,7 puntos desde los 49 del pasado septiembre, un dato que está por debajo de lo esperado por los expertos (47,5) y que confirma la contracción (por debajo de 50 puntos) que sufre la industria.

 Una situación a la que se ha llegado tanto por la parte de la oferta como de la demanda. Primero fueron unos costes de producción disparados, producto de la inflación y de los problemas en las cadenas de suministro, lo que golpeó al sector manufacturero. Un daño al que se suma el que ahora está generando la desaceleración económica en la UE, que es el principal destino de las exportaciones, y que reduce el número de pedidos que reciben las factorías. De hecho, los descensos producidos el pasado mes igualan a los que hubo durante los confinamientos provocados por la pandemia de 2020 y, antes de eso, a los de la crisis de deuda de la eurozona de 2012. Este doble castigo que la industria nacional recibe tanto en la oferta como en la demanda ponen de manifiesto la gravedad de los desafíos a los que se enfrenta el sector y reflejan con meridiana claridad el fuerte impacto que la alta inflación tiene en el desempeño de la actividad.

El sector manufacturero español sufrió en octubre el mayor desplome entre las grandes economías europeas

Ante ello, a las empresas no les quedará más remedio que acelerar una destrucción de empleo que, según S&P Global, ya se está produciendo. Más aún si se tiene en cuenta que los pedidos atrasados han amortiguado hasta ahora el impacto de la menor producción. Pero el cercano fin de este alivio temporal agravará la crisis en un sector fundamental para el PIB, lo que ahonda el riesgo de entrar en la recesión técnica que algunos organismos ya sitúan en el arranque de 2023.

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