La economía se frenó en el tercer trimestre con un crecimiento del 0,2%. Los motivos de este peor desempeño están en la incertidumbre global, la drástica desaceleración de la zona euro y la desenfrenada inflación, que están haciendo mella en motores clave de la economía nacional.
Es el caso del sector exterior, donde las exportaciones se han ralentizado un 1,3%, que contrasta con el crecimiento del 4,95 del trimestre anterior. El otro punto negativo ha sido la inversión en vivienda y construcción, que ha entrado en terreno negativo, con una contracción del 0,1%. Tal y como adelantó la AIReF, estos datos acercan a España a la recesión técnica (dos trimestres de crecimientos negativos), y convierten en desfasadas las optimistas previsiones del Gobierno.
