Opinión

Las elecciones de mitad de mandato en EEUU propulsarán la bolsa europea

Joe Biden llega a las elecciones de mitad de mandato con la popularidad a la baja

A pesar de la tremenda volatilidad de 2022, ha llegado el momento de mirar hacia adelante y centrarnos en el factor alcista que está por venir: las elecciones de mitad de mandato estadounidenses. Como veremos a continuación, el bloqueo político que lo subyace será un enorme y subestimado aliciente para las bolsas estadounidense, española y mundial.

El Congreso de EE. UU., como las Cortes Generales españolas, utiliza un sistema bicameral, pero los votantes eligen directamente cada escaño. El 8 de noviembre se repartirán los 435 escaños de la Cámara de Representantes (cámara baja), que se renuevan cada dos años, y 35 de los 100 escaños del Senado (cámara alta), cuyo mandato es de seis años.

El Partido Demócrata de Joe Biden actualmente controla ambos órganos, pero, en la Cámara de Representantes, solo lo hace por ocho escaños de diferencia. Esta ventaja se desvanecerá en las elecciones de mitad de mandato. Desde 1945, el partido del presidente ha perdido fuerza de manera sistemática. Además, el índice de aprobación de Biden es bajo (42 %) y los mandatarios cuya popularidad atraviesa horas bajas pierden, de media, 38 delegados en la Cámara de Representantes. Dudo que en esta ocasión tantos escaños cambien de bando, pero, aun así, el Partido Republicano dominará la cámara baja.

Sin embargo, el resultado del Senado no está tan claro. Actualmente ambos partidos cuentan con cincuenta senadores. Si bien los demócratas cuentan con la ventaja de que la vicepresidenta Kamala Harris pueda romper los empates, solo un escaño cambiaría el equilibrio de poder. Parece que solo ocho están realmente reñidos, así que podría pasar cualquier cosa. En todo caso, el cambio de mayorías en la Cámara de Representantes desatará una parálisis política positiva.

Desde 2021, las mayorías estrechas de los demócratas a duras penas les permiten sacar adelante grandes planes de gasto y financiar sus proyectos legislativos. El hecho de ser los únicos que deciden las votaciones entraña una gran incertidumbre, pero esta remitirá por completo cuando los republicanos conquisten alguna de las dos cámaras y, así, den paso al bloqueo.

A las bolsas les sienta muy bien el estancamiento político; aunque no muestren preferencia por ningún partido, detestan las grandes reformas legislativas. Estas generan perdedores y ganadores y, como nos enseña la psicología del comportamiento, la gente odia las pérdidas en mucha mayor medida que le gustan las ganancias. Además, el cambio de reglas eleva la incertidumbre y, con ello, la aversión al riesgo. La parálisis legislativa despeja estas preocupaciones, de modo que las empresas y los inversores hacen fluir el capital con más confianza y poner la vista en el largo plazo.

De hecho, desde 1925 —año a partir del cual contamos con datos fiables—, en los primeros tres trimestres de los años de elecciones de mitad de mandato, el S&P 500 promedia una insignificante alza del 0,4 % (en USD), fruto de la inquietud que despiertan los encendidos debates de la campaña electoral. Pero, a medida que se acerca el día de los comicios, las acciones van descontando el bloqueo. De ahí que en los años en que se han celebrado estas citas electorales hayan ascendido en el 83 % de los cuartos trimestres y cosechado unas ganancias medias del 6,3 %. Sumemos a esto una rentabilidad media del 6,6 % en el primer trimestre posterior y del 5,5 % en el siguiente y que, en estos períodos, las acciones han ascendido el 88 % de las veces, y entenderemos cómo se hace realidad el milagro de las elecciones de mitad de mandato.

Los mercados desarrollados más interrelacionados multiplican este efecto en todo el mundo. Entre estos se encuentra el español, pues la correlación a largo plazo entre el IBEX 35 y el S&P 500 es del 0,70 (lo que no es baladí, si consideramos que 1 representaría movimientos idénticos y ?1, totalmente inversos). Aunque la bolsa española se oriente excesivamente a los bancos y a empresas defensivas como las de suministros públicos y de telecomunicaciones, mantiene parcialmente la tendencia que surge de las elecciones de mitad de legislatura. Desde 1990 —año a partir del cual disponemos de datos fiables de España—, cuando se han celebrado estos comicios el IBEX 35 se ha mostrado renqueante hasta el mes de septiembre, revalorizándose un 1,8 % de media en el primer trimestre y perdiendo un 2,8 % y un 6,8 %, respectivamente, en los dos siguientes. Además, en estos períodos, las acciones solo han ascendido el 30 % de las veces. En cambio, en el cuarto trimestre, las ganancias medias han sido del 4,3 % y han afluido la mitad de las veces. Una evolución que continúa el año siguiente, cuyos primer y segundo trimestres exhiben rentabilidades medias del 5,8 % y el 2,9 %, respectivamente, y han deparado subidas más de la mitad de las veces.

Si ampliamos el foco a Europa, vemos una tendencia más marcada. La correlación entre las bolsas estadounidense y francesa es del 0,79. Desde 1990, el CAC 40 promedia pérdidas trimestrales del 2,1 % en los tres primeros períodos de los años de elecciones legislativas en EE. UU., y las subidas solo se registran en el 51,9 % de ellos. Frente a esto, la rentabilidad media de los tres siguientes es del 5,2 %, siendo positiva el 75 % de las veces. Por su parte, las acciones alemanas, que ceden, de media, el 3,6 % en los tres trimestres previos a la cita electoral y caen el 63 % de las veces, se revalorizan un 4,1 % medio en los tres siguientes y suben en el 78 % de las ocasiones.

Dicho esto, el poder del bloqueo político no es absoluto. Las eternas elecciones de 2019, de las que salió un Gobierno en minoría, abrían el camino hacia una parálisis considerable, pero las medidas derivadas de la pandemia hicieron mella en la renta variable. No obstante, dado que, en esta ocasión, los diversos temores ya se han descontado de sobra, las elecciones de noviembre podrían ser la antesala de una fiesta bursátil en todo el mundo gracias al estancamiento político.

En contraste, en el hipotético caso de que los demócratas conservaran la mayoría en la Cámara de los Representantes y el Senado el riesgo legislativo aumentaría, pero este desenlace es muy improbable, según las encuestas. Resulta más plausible que, ante el pesimismo descontrolado, el bloqueo político desate un repunte de alivio en las bolsas española, de la eurozona y mundial que pocos esperan. No se lo pierda.

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