
El interés de las grandes cotizadas por ofrecer una atractiva política de retribución a sus accionistas hace que en una década se hayan distribuido cerca de 170.000 millones.
Cifra que representa un 30% de la capitalización media histórica del selectivo desde 2012. Un porcentaje que alcanza el 50% en el caso de Repsol, Enagás y Endesa, y el 40% con Santander, Naturgy, ACS, Telefónica, Red Eléctrica y Mapfre. A la vista está que los pagos de las compañías del Ibex siguen siendo un soporte al que el inversor puede agarrarse para capear el difícil año de la bolsa. Más aún si se tiene en cuenta que el momento actual es indicado para empezar a acumular cartera con vistas a aprovechar la recuperación del mercado, que los expertos ya ven en el arranque de 2023.