
Sorprende que prácticamente en la única partida que el gobierno recorta el gasto en el proyecto de Presupuestos Generales de Estado para el año próximo sea en la prestación por desempleo. Rebaja que ellos fundamentan en su previsión de que la tasa de desempleo caerá hasta el 12,2%, en contra de las advertencias de los servicios de estudios y los organismos económicos, incluido el Banco de España que la sube hasta el 12,9%, y en contra también de la fuerte desaceleración del mercado de trabajo que apuntan ya los datos del paro registrado.
Con septiembre son ya cinco los meses consecutivos que llevamos de contracción en la creación de puestos de trabajo y el aumento del paro en 17.679 personas, 3.772 desempleados más que un año antes, convierten este noveno mes de 2022 en el peor septiembre desde 2018, evidenciando el menor dinamismo de la actividad y un enfriamiento de la recuperación, coyuntura esta que anticipa también la afiliación a la Seguridad Social, con un aumento de 29.286 afiliados que es inferior a los meses de septiembre de 2020 y 2021, en plena pandemia del COVID 19.
Crecimiento este del desempleo que eleva el número total de parados en España a 3.433.179, sin contabilizar los 19.908 trabajadores en ERTE y sumando a los 2.941.919 registrados otros 233.134 calificados como no ocupados y 258.126 con disposición limitada. Al tiempo que seguimos duplicando la tasa de paro de la UE con un 12,4% de la población activa frente al 6,6% de la Unión que está en mínimos.
Pero si del dato mensual pasamos a términos intermensuales vemos que el paro ha descendido en sólo 315.883, frente a los 532.686 de julio lo que, como resaltan desde el Gabinete de Estudios de USO refleja que "agosto no fue tan bueno para el empleo como se nos vendió" desde el Gobierno, afirmación que se corrobora también con el hecho de que son los servicios el sector con mayor incremento del desempleo, 24.691 parados más, evidenciando un descenso en la contratación por caída del negocio y la demanda. Las empresas del sector testimonian que están soportando en los últimos meses un encarecimiento de sus costes de suministros, transportes y laborales que suponen un lastre para la actividad y el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Desaceleración muestra asimismo la evolución de las contrataciones, con 1660.792 nuevos contratos en septiembre que son 263.054 menos que en el mismo mes de 2021, de los que 775.856 son de carácter indefinido. Aunque como explican también desde USO menos del 40% de estos indefinidos son a tiempo completo, mientras que el 25,3% son indefinidos a tiempo parcial y un 36,2% son fijos discontinuos, lo que certifica que "se está troceando el empleo". Es decir, mejoran las estadísticas, pero no el empleo.
Todo ello con el añadido de que, un mes más, son más los contratos formalizados que las personas contratadas, lo que implica que cerca de 40.000 trabajadores han sido objeto de más de un contrato indefinido, o lo que es lo mismo que se está fomentando el pluriempleo o que se trata de personas a las que se da de baja en el empleo para volverles a contratar.
Y en paralelo con lo que preludian los datos oficiales desde el ámbito empresarial el departamento de Economía de la CEOE constata que las industrias manufactureras denuncian una caída en la entrada de pedidos que se asocia con una pérdida de poder adquisitivo de los clientes por el aumento de la inflación que está dando lugar a la reducción de sus plantillas.
Por cierto, que en este panorama de empeoramiento general en la Comunidad de Madrid el paro ha bajado en 98,620 personas en el último año, mientras la afiliación a la Seguridad Social crece en septiembre un 1,34% y gana 45.272 nuevos cotizantes. Es decir que con su política de apoyo a la empresas y de reducción de impuestos Madrid sigue siendo el motor económico y de creación de empleo en España. Como reza sabiamente el adagio popular, "algo tendrá el agua cuando la bendicen".