
La necesidad de reinventarnos se ha acelerado tras la crisis sanitaria y económica provocada por una pandemia inesperada que transformó la sociedad en la que vivimos. La forma de relacionarnos, el modelo económico y laboral, nuestros hábitos de compra –en definitiva, nuestro paradigma de vida– se han visto alterados de tal forma que ahora sabemos que nada volverá a ser como antes. La pandemia puso de manifiesto la necesidad de una verdadera transformación digital, una transformación que, si antes simplemente suponía una oportunidad de mejora, luego se convirtió en imprescindible.
La imparable evolución de la tecnología ha convertido la innovación y la digitalización en herramientas clave para el desarrollo de los negocios. En este contexto, el mayor reto de las pymes es dotarse de recursos que impulsen su transformación y promuevan su innovación tecnológica con el fin de adquirir competitividad, agilidad y flexibilidad en un mercado cada vez más complejo y acelerado.
Cuando la Unión Europea anunció una gran inyección de capital destinada a España a través de los Fondos Europeos Next Generation, el escepticismo fue grande entre las pymes al desconocer cómo estas ayudas podrían concretarse en beneficios tangibles para sus empresas. El Gobierno español canalizó parte de estas ayudas mediante la creación del Programa Kit Digital: una cristalización de las subvenciones económicas que permitían a las empresas adquirir de forma gratuita la solución más conveniente para su transformación digital.
Se trata de una oportunidad histórica para las pymes para reconvertirse y crear un nuevo modelo económico a través de los Fondos Europeos Next Generation; una inversión sin precedentes para resurgir de la crisis ocasionada por la pandemia que toda pyme debería aprovechar siguiendo unos consejos básicos.
Elaborar un plan estratégico: La transformación digital requiere de un análisis y estudio previo de la situación en la que nos encontramos y saber hasta dónde queremos llegar. De la misma forma que las empresas no pueden posicionarse en redes sociales sin un objetivo claro o un plan de contenidos definido para mantener la coherencia de sus publicaciones, la evolución digital requiere de un plan estratégico y un método de acción concreto.
Contar con ayuda experta: El principal problema de las pymes para acceder a las ayudas europeas consiste en la falta de tiempo, de formación y de conocimiento. Por este motivo, el Gobierno español creó la figura de los agentes digitalizadores y los representantes voluntarios, que pueden ayudar y asesorar a las pymes a tramitar y canalizar las ayudas. En el caso de los agentes digitalizadores, se trata de empresas expertas que no solo ofrecen los paquetes de soluciones más adecuados para promover la innovación tecnológica, sino que pueden proporcionar el conocimiento necesario que le falta a la pyme en la materia.
La importancia de la formación: Las empresas requieren de una inversión en la formación de sus empleados para que estos se adapten a las nuevas tendencias y puedan acometer y favorecer la innovación digital desde dentro. Sin esta inversión en formación, las pymes corren el riesgo de quedarse fuera del reparto de fondos europeos, ya que la cualificación para solicitar estas ayudas suele concentrarse en las compañías más grandes, aumentado la brecha entre las grandes empresas y las pymes.
Un cambio de mentalidad empresarial: Por regla general, las pymes españolas requieren de una restructuración de su pensamiento tradicional, ya que muestran cierta reticencia a cambiar su funcionamiento habitual. El confinamiento hizo que nos acostumbráramos a la posibilidad de trabajar en remoto, utilizar la tecnología en la nube o requerir la firma digital para la rúbrica de documentos. Es decir: la pandemia aceleró el uso de herramientas de transformación digital que han llegado para quedarse y que los empresarios deben ver como una oportunidad de mejora y de transformación.
En definitiva, estamos ante el gran reto de aprovechar los Fondos para transformar, digitalizar y responder a las necesidades de los consumidores. Las grandes empresas disponen de los recursos, el conocimiento y la experiencia necesaria para acometer esta revolución sin grandes costes; las pymes españolas, eje vertebrador de la economía del país, tienen la oportunidad histórica de no perder el tren de la digitalización y reducir la brecha que las separa de las grandes.