La visita de la presidenta del Congreso de EEUU, Nancy Pelosi, a Taiwán no ha provocado de momento una reacción de gran calado por parte de China.
Pekín se limita a anunciar nuevas maniobras militares y a reafirmar sus reivindicaciones sobre la antigua Isla de Formosa. Es por ello comprensible que el mercado reaccionara ayer con tranquilidad, e incluso se registraran leves subidas en Wall Street.
Conviene, sin embargo, no minusvalorar el alcance que este nuevo foco de tensión internacional puede alcanzar. Debe recordarse que no hay visos de un cercano final para la guerra en Ucrania, y Pekín mantiene su sintonía con Moscú.
A ello se añade el claro mensaje del presidente Biden a la hora de situar a China a la altura de Rusia como amenaza intrnacional.
