
La Web3 o Internet 3.0 todavía es una gran desconocida pese a que la mayoría de expertos y analistas tecnológicos la consideran la tercera generación de servicios de Internet.
La Web3 permitirá tener aplicaciones web más inteligentes, donde los datos del usuario son de su propiedad en lugar de estar bajo el control de las grandes tecnológicas que desarrollan las aplicaciones.
Pretende ser un modelo de internet descentralizado, abierto y transparente sobre la base de tecnologías como blockchain, NFTs y Smart Contracts en combinación con la Inteligencia Artificial (IA) y el Big Data. Aún está en una fase muy incipiente, pero se está empezando a elaborar el estándar que muchos expertos auguran como la próxima generación del internet masivo.
La primera generación de Internet, hace más de 30 años, empezó con una explosión de páginas estáticas con las que no se podía interactuar (de sólo lectura). Luego llegó la Web 2.0, que tardó más de 10 años en perfeccionarse, donde los usuarios interactúan, dejan datos y vuelcan contenidos (lectura y escritura).
La Web3 se está gestando como una vuelta a un modelo descentralizado, pero abierto y confiable (lectura, escritura, valor y confianza). Tecnologías como Blockchain, que proporcionan inmutabilidad, confiabilidad y transparencia (gracias a técnicas criptográficas avanzadas), serán uno de los pilares de esta nueva generación de internet, en la que se pretende hacer a los usuarios dueños de sus propios datos, reduciendo la dependencia de las grandes tecnológicas, haciendo la red más segura frente a ataques y más confiable.
Es muy probable también que haya una explosión de nuevos modelos de negocio, nuevos modelos de Marketing y, en definitiva, nuevas formas de hacer dinero en el nuevo universo virtual que será internet 3.0.
Los primeros pasos del desarrollo de la Web3 han dado vida al famoso Metaverso, pero aún tiene mucho más por ofrecer. Los usuarios tendrán espacios virtuales, en los que podrán vender o comprar productos, hacer negocio, interactuar con los demás usuarios intercambiar valores y, en definitiva, tener una identidad digital controlada y gestionada por ellos mismos.
En términos de innovación, esta tecnología está aún "lejos de mercado", ya que la Web3 aún no está implementada ni estandarizada. El usuario medio tampoco está preparado. Aún quedan muchos retos tecnológicos y estándares por desarrollar para la adopción masiva de este nuevo modelo a nivel global. Se trata de una tecnología poco madura.
Desde CTA, trabajamos precisamente en mejorar la competitividad de las empresas gracias a la innovación tecnológica y apoyamos el desarrollo de proyectos disruptivos que en unos años serán clave para diferenciarse de la competencia.
Por eso, es importante tener presente la Web3, ya que, teniendo en cuenta el ritmo de la tecnología y los avances en otras áreas como IA, es más que probable que en pocos años estemos en la era del Internet 3.0.