Opinion legal

Los impuestos en los programas electorales

  • En Ciudadanos nos hemos planteado como una prioridad inexcusable cuadrar las cuentas
  • La ciudadanía merece conocer cuáles son las propuestas de gasto público y con qué impuestos se piensan financiar
Foto: Archivo

Una exigencia democrática básica de los partidos que aspiran a obtener la confianza de los ciudadanos es decirle a los electores qué van a hacer. Para eso sirven los programas electorales. Desde el momento en el que el Partido Popular presentó un programa para incumplirlo a la semana de su toma de posesión, el programa de algunos partidos parece haber quedado devaluado.

Recordemos que en materia económica, casi el único compromiso del PP era no subir los impuestos, y que una semana después de tomar posesión, Montoro y Rajoy efectuaron una enorme subida del IRPF y del IBI.

Esto sólo fue el aperitivo de las mayores subidas de impuestos de la democracia de la que prácticamente no se salvó nadie. Bueno, la excepción más evidente fueron los defraudadores de la amnistía fiscal que debieron haber pagado el 10 por ciento y a ellos el Gobierno del PP sí que les rebajó la factura fiscal a un 3 por ciento, precisamente a un 3 por ciento.

Ante esto, no es de extrañar que el PP, en lugar de programa, que es lo que tocaba, de momento ha presentado, y aprobado con su mayoría absoluta, lo que no tocaba, los presupuestos para 2016. Esto supuestamente daba imagen de seriedad y garantía a los compromisos del PP, por lo menos para 2016. Estos presupuestos, en primer término ningunean a las Cortes Generales de 2016, encargadas constitucionalmente de aprobar los presupuestos.

Esto es lo mismo que decir que el Gobierno del PP no quiere que los electores el 20 de diciembre de 2015 decidan sobre las cuentas de 2016. Además, los presupuestos tienen unas previsiones de ingresos irreales. Esto no sólo lo decimos en Ciudadanos, aunque fuimos los primeros en advertirlo, sino también la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal- encuadrada en el propio Ministerio de Hacienda, y la propia Comisión Europea, que nos obliga a revisar estos presupuestos.

Ante esta situación, en Ciudadanos nos hemos planteado como prioridad inexcusable cuadrar las cuentas. Lo que distingue a un programa electoral serio de una carta a los Reyes Magos es explicar de dónde van a salir los ingresos necesarios para financiar los gastos. Nosotros creemos que es un ejercicio de transparencia democrática inexcusable.

Otros prefieren disfrazar a sus responsables económicos de Papá Noel para el 20 de diciembre. Y aún así, creemos que es posible rebajar el IRPF a la clase media trabajadora. De hecho, con nuestra propuesta revisada de IRPF, todos los contribuyentes se beneficiarán aproximadamente de una rebaja del 3 por ciento en su cuota líquida, en lo que pagan de impuestos.

Además, como todo nuestro programa económico persigue la reconstrucción de la clase media trabajadora, devastada por la crisis, la corrupción y las malas políticas del PP y el PSOE, introduciremos el complemento salarial garantizado. Esta medida es una devolución de impuestos que permite tener un salario digno a los trabajadores de menores ingresos. Esta medida no es precisamente barata, y la estimamos en 7.800 millones de euros.

Para financiarlo, propones, por una parte, la eliminación de las diputaciones provinciales, instituciones que han sido un nido de clientelismo, corrupción y chiringuitos, y sobre todo que son redundantes en la España autonómica, y la fusión de municipios no permitirá reducir el gasto público en unos 5.000 millones de euros. Por otra parte, la eliminación de deducciones injustificadas, beneficios fiscales inútiles y claros agujeros del impuesto de sociedades, nos permitirá recaudar unos 4.500 millones de euros adicionales.

Además, tenemos múltiples medidas detalladas de lucha contra el fraude. Seguro que nos permitirán obtener ingresos, y en algunos casos sabemos cuánto, pero no los hemos incluido en los números. Por ejemplo, exigiremos el 7 por ciento que debían haber pagado los defraudadores acogidos a la amnistía fiscal y no pagaron, acogiéndose a un ?informe de la Dirección General de Tributos? que nosotros, y los inspectores de Hacienda consideramos claramente ilegal.

Antes de exigir el primer euro adicional de impuestos a los que ya pagan tenemos que hacer cumplir la ley a los defraudadores que amnistió el gobierno del PP. Y esta medida nos permitirá recaudar 2.800 millones de euros adicionales en 2016.

En los programas del PSOE y Podemos, por el contrario, no se detallan las medidas de lucha contra el fraude, pero, eso sí, se computan eventuales ingresos mil millonarios de la lucha contra el fraude para cuadrar las cuentas. Ambos programas tienen errores técnicos evidentes, pero hay que reconocer que Podemos es bastante más claro y detallado. Este partido aboga por grandes subidas de impuestos directos, especialmente a las rentas medias, y de forma espectacular a las rentas altas. El programa del PSOE es de una enorme indefinición: leyéndolo no se sabe qué IRPF propone, ni en qué va a consistir su impuesto para financiar las pensiones.

Ambos programas tienen un error común: establecen un tipo mínimo sobre el resultado contable en el impuesto de sociedades. Esto supone que los dividendos exentos que traen a España nuestras multinacionales pasarían a tributar, aunque ya hubiesen pagado en el país donde las filiales han obtenido los beneficios. Esto viola decenas de convenios de doble imposició, pero sobre todo, haría que muchas multinacionales no repatriasen estos dividendos. En esta situación, no obtendríamos recaudación y nos quedaríamos sin una liquidez de la que España no puede prescindir.

Creo que los ciudadanos merecen conocer cuáles son las propuestas de gasto público y con qué impuestos se piensan financiar. Esto no sólo pasa por programas detallados sino también por el necesario debate de estos programas en los medios de comunicación. En Ciudadanos, aunque de momento no hayamos tenido suerte con la agenda de los responsables de otros partidos, seguimos dispuestos a debatir.

Por Francisco de la Torre Díaz. Inspector de Hacienda del Estado. Responsable fiscal de Ciudadanos. Autor de ¿Hacienda somos todos?

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