El conflicto entre la junta directiva de la Cámara Oficial de Comercio en China y sus delegaciones en el país asiático se ha saldado con la dimisión de todos los miembros de su cúpula, después de que elEconomista denunciara presuntas irregularidades, que ponían en riesgo las relaciones inversoras y de comercio de España con un país estratégico.
Garrigues, que ejercía la presidencia de la Cámara y que aspiraba a imponer un tercer mandato frente al tope máximo de dos que fijan los estatutos, acierta ahora al dar marcha atrás y convocar elecciones. Del mismo modo, parece adecuado tal y como reclama la junta saliente, que se haga un auditoría de todas las delegaciones para conocer su situación económica real.
