
Vithas, la firma de hospitales privados propiedad de la familia Gallardo y de La Caixa, negocia su fusión con el grupo HM. Vithas se embarcaría así en una operación de compra semejante a la que protagonizó en 2017, cuando se lanzó a la adquisición de otro de sus rivales, Nisa.
Fue aquélla una ardua tarea, que se prolongó durante dos años, en la que Vithas tuvo que emprender una auténtica guerra de guerrillas, debido a la multitud de negociaciones que se vio obligado a abrir para ganar apoyos en el muy atomizado accionariado de Nisa. En el caso de HM Hospitales, la situación no se vislumbra tan complicada. Es más, ambas partes ya llevan meses negociando y es posible que solo queden por definir los últimos flecos, en especial el reparto de poder en el grupo resultante. Pero no es solo la comodidad lo que debe convencer a Vithas de la necesidad de continuar negociando. Pese a todas sus dificultades, la compra de Nisa se reveló como muy positiva, ya que reforzó a Vithas en la costa levantina y, lo más importante, lo convirtió en el segundo grupo hospitalario privado de España. Con todo, pese a ese crecimiento, continúa a gran distancia del líder indiscutido del sector, Quirónsalud, con 2.500 millones de ingresos. Con todo, la necesidad de ganar tamaño no se relaciona únicamente con el afán de hacer frente a Quirónsalud. Todo el sector se enfrenta a la necesidad de ganar influencia frente a sus principales clientes, las aseguradoras de salud, como Adeslas, Sanitas y Asisa. Estas marcas les proporcionan pacientes, pero también cuentan con peso suficiente como para imponer sus tablas de precios a los grupos hospitalarios privados. Si estos no crecen, nunca estarán en condiciones de negociar en mejores condiciones.