
El pasado martes, en un mitin, Albert Rivera sorprendió a muchos al tender la mano a Pablo Casado para "formar un Gobierno" con el objetivo de echar a Pedro Sánchez de La Moncloa. Dicho ofrecimiento no fue tomado muy en serio por las filas populares, que no tardaron en minusvalorarlo.
Pero, según dicen en Ciudadanos, este movimiento de Rivera estaba estudiado desde el domingo. Justo tras la entrevista publicada por un medio digital a José Luis Ábalos, en la que el ministro de Fomento señaló a Ciudadanos como un buen socio de Gobierno por encima de los independentistas.
Por lo visto, esta declaración generó una importante fuga de votos del partido naranja a Vox. Así lo reflejan los sondeos internos que cada día se realizan en la formación, que llegaron a reflejar un trasvase de hasta el 30 por ciento de los votantes de Ciudadanos hacia la formación de Santiago Abascal.
"Rivera tenía que parar la sangría. Desligarse de la idea de Ábalos era lo mejor que podía hacer", insisten desde su entorno.