Madrid
El rechazo de Mijail Fridman complica la misión de Dia de recabar los apoyos suficientes para sacar adelante la ampliación de capital de 600 millones que el consejo propone. Sin ella, Dia irá a concurso de acreedores, ya que sin un rescate sería incapaz de afrontar el pago de la deuda de 1.451 millones que arrastra.
Ante este escenario, la firma acierta al valorar la venta de inmuebles para aumentar las garantías de pago a la banca. Pero no basta ante una situación de quiebra técnica, con un patrimonio negativo de 166 millones. Dia y Fridman están, por tanto, abocados a negociar. Solo el inversor ruso cuenta con músculo financiero suficiente para garantizar la existencia de una estructura de capital sostenible, que garantice la viabilidad de la cadena.
