
Como se preveía, el Parlamento británico rechazó el plan para conducir el Brexit de Theresa May. Lo que no era tan esperado era la contundencia de la derrota. Los 432 votos en contra suponen el mayor fracaso que presenció la Cámara en el último siglo. Además, evidencian el gran número de votos conservadores que May perdió.
En estas circunstancias, la primera ministra convocó una moción de confianza para hoy que podría ganar, debido a la intención que expresó de revisar completamente su plan de salida. Quizá sume apoyos si plantea una hoja de ruta más moderada, imitando el modelo noruego. Con todo, no es descartable que tengan que convocarse elecciones o un nuevo referéndum. Toda opción está abierta y con ellas la incertidumbre.